"...Las muchedumbres agraviaron el buen gusto y la estética de la
ciudad, afeada por su presencia en nuestras calles. El pueblo las observaba
pasar, un poco sorprendido al principio, pero luego con glacial indiferencia".
(Diario Crítica, 18/10/45)
“Sin galera y sin bastón… los muchachos de
Perón” era el grito de miles y miles de trabajadores que desde la media mañana
del 17 de Octubre de 1945 recorren las calles de Buenos Aires en marcha hacia la
Plaza de Mayo y también en muchísimas otras ciudades del interior.
Un acontecimiento novedoso que abriría un ciclo histórico distinto.
Diría Don Arturo Jauretche: “El 17 de
octubre, más que representar la victoria de una clase, es la presencia del nuevo
país con su vanguardia más combatiente y que más pronto tomó contacto con la
realidad propia”.
Y como
contrapartida, Emilio Hardoy, dirigente conservador, manifestaba: “Había dos
países en octubre de 1945: el país elegante y simpático con sus intelectuales y
su sociedad distinguida sustentada en su clientela “romana” y el país de “la
corte de los milagros” que mostró entonces toda su rabia y toda su fuerza. … ¡…
Días que sacudieron al país! ¡… Días en que la verdad se desnudó! ¡… Días que
cierran una época e inauguran otra!”.
El 17 de Octubre de
1945 no fue una simple manifestación protestataria, fue una Gran Rebelión
Popular mediante la masiva participación y movilización de los trabajadores y
con verdaderas características insurreccionales.
Es por ello que John Wiliam Cooke señala: “El peronismo fue el más alto nivel de
conciencia al que llegó la clase trabajadora argentina”.
El 17 de octubre de 1945 marca el fin de una Argentina y el comienzo de otra.
Fue un hecho tan contundente, que aún hoy, y a pesar de las conquistas perdidas,
del patrimonio entregado, de las infamias cometidas, ha quedado no sólo como
recuerdo y evocación, sino como Bandera para las luchas por la Dignidad
Nacional.
Juan Jose Hernández Arregui (1913-1974) enseña que "El proceso de
industrialización que venía de la Primera Guerra Mundial y acrecentado
rápidamente en el transcurso de la Segunda, había dado origen a un proletariado
industrial destinado a una decisiva experiencia histórica en medio del pánico de
los partidos directa o indirectamente complicados con el pasado. Esas masas,
decepcionadas del socialismo, ajeno a la realidad nacional, del radicalismo en
plena descomposición histórica después de la muerte de su gran caudillo Hipólito
Yrigoyen, y del comunismo, cuyas consignas nunca entroncaron con demandas
populares del país, carecían de compromisos. El 17 de octubre no sólo fue una
lección histórica para las fuerzas del antiguo orden sino la gigantesca voluntad
política de la clase obrera. Su adhesión a un jefe no se fundó en artes
demagógicas sino en las condiciones históricas maduras que rompían con las
antiguas relaciones económicas del régimen de la producción agropecuaria, que
superaban los programas de los partidos pequeño burgueses de centro izquierda.
La revolución política exigía la reforma social. La recuperación de la economía,
enajenada al extranjero y la elevación del nivel de vida del hombre argentino
explotado, son la doble faz de un mismo fenómeno: la toma de conciencia
histórica de las masas.
Agregando para
nuestros tiempos que: “Todo el problema político de la Argentina actual se
reduce a esta irrupción consciente de los trabajadores en la historia nacional”.
El 17 de Octubre de
1945, el Pueblo argentino junto al entonces Coronel Juan Domingo Perón pusieron
en vigencia la fuente ígnea de un sentimiento vital: La Patria
El Pueblo junto a su
Líder terminaron con el caos existente y conformaron un nuevo perfil de Nación,
de Nación Justa Libre y Soberana como realidad sustantiva y enaltecedora.
Aluvión zoológico
La expresión no se refiere a las masas que acudieron a
Plaza de Mayo el 17 de Octubre de 1945, fue una imagen que usó el diputado
radical Ernesto Sammartino, en agosto de 1947, para referirse despectivamente al
nuevo bloque de legisladores peronistas, donde había muchos obreros que
irrumpieron imprevistamente en la escena política. El diputado fue expulsado de
la Cámara de Diputados.
La Patria obtuvo su
Grandeza y el Pueblo su Bienestar.
[Relato testimonial de Sebastián Borro, un joven obrero metalúrgico, aparecido
en La Opinión Cultural el 15 de octubre de 1972]
El 17 de octubre de 1945 me encuentra cumpliendo tareas en un establecimiento
metalúrgico ubicado en Constitución, sobre las calles Luis Sáenz Peña y Pedro
Echagüe. Yo tenía entonces 24 años de edad. Mi oficio era oficial tornero
mecánico… En la mañana del 17 de octubre, aproximadamente a las 9, grupos de
personas venían desde Avellaneda y Lanús avanzando hacia el centro de la ciudad.
Pasaron por la calle Sáenz Peña, observaron que había un taller mecánico (donde
trabajaban 130 personas) se acercaron a nosotros y nos dijeron: “Muchachos hay
que parar el taller, hay que salir a la calle a rescatar a Perón”.
Las noticias que teníamos en ese momento eran que Perón estaba detenido y que
todo lo que se hacía era para rescatarlo. Efectivamente, el taller paró y la
gente salió a la calle. Algunos fueron a sus casas. Pero la gran mayoría siguió
con los compañeros que venían del sur. Fuimos caminando hacia Plaza de Mayo y
habremos llegado aproximadamente a las once y media, porque en el camino íbamos
parando los diversos establecimientos de la industria metalúrgica y maderera que
había por Constitución.
Discurso completo del coronel Perón el 17 de octubre de 1945.
A esa hora no había tanta gente como
la que hubo por la tarde, que cubrió toda la Plaza. En la marcha hacia allí se
pintaban sobre los coches, con cal, leyendas como “Queremos a Perón”. También
sobre los tranvías. La gente se paraba y reaccionaba a favor de la manifestación
que iba a Plaza de Mayo para tratar de cumplir con la idea que tenían los que
habían organizado eso. Perón había aplicado leyes nuevas y otras las había
ampliado: pago doble por indemnización, preaviso, pago de las ausencias por
enfermedad. Eran cosas que antes no se cumplían; hasta ese momento, donde yo
trabajaba, no se cumplía ninguna de esas leyes. Le voy a decir más: creo que
pocos días antes de su detención, Perón había conseguido un decreto por el que
se debían pagar al trabajador los días festivos: 1º de mayo, 12 de octubre, 9 de
julio, etcétera. Recuerdo que uno de los patrones nos dijo entonces: vayan a
cobrarle a Perón el 12 de octubre (ya estaba detenido). Después del 17 de
octubre cobramos ése y muchos días más.
Eran tan reaccionarios los patrones (me aparto un poco del 17 de octubre) que en
enero de 1946, estando el capitán Russo en la Secretaría de Trabajo, la empresa
en la que yo trabajaba fue citada tres veces. No se había presentado. Tuvo que
ser intimado por la fuerza pública a concurrir a la Secretaría de Trabajo, donde
algunos de nosotros éramos representantes del personal; no elegidos, porque no
había organización gremial, sino porque éramos los más decididos. Uno de los
patrones dijo que no tenía tiempo para pagar aguinaldo, vacaciones, a última
hora. Le contestaron que la ley 11.729 fue aprobada en 1932. Y que todas las
cuentas que no se habían hecho desde entonces habría que hacerlas ahora.
Efectivamente, el 1º de febrero de ese año cobramos aguinaldo, pagos por
enfermedad y tuvieron vacaciones los que quisieron tomárselas.
24 de febrero de 1946.
Triunfo de Perón en las elecciones de 1946. Producción Agencia Télam
2014.
Siguiendo con el 17, llegamos a la
Plaza; cada vez se hacía más entusiasta; había alegría, fervor. Frente a la Casa
Rosada empezaron a armar los altavoces. Hablaron distintas personas, el coronel
Mercante, Colom, que fue uno de los últimos oradores. Trataban de ir calmando a
la gente: por cada intervención de los oradores, la reacción era más fervorosa a
favor de Perón. Se decía que venían trabajadores del interior del país. No lo
puedo probar. Recuerdo, sí, que era una tarde muy calurosa y la gente se
descalzaba y ponía los pies en las fuentes, muchos por haber caminado tanto.
Concretamente lo que yo presencié era la gente que venía del sur. Berisso,
Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora. A medida que crecía la cantidad, en la Plaza
de Mayo aparecían los carteles. Por primera vez yo observaba algo igual: nunca
había visto una asamblea tan extraordinaria. Cuando el coronel Perón apareció en
los balcones sentí temblar a la Plaza. Fue un griterío extraordinario que nos
emocionó de tal manera. Todo parecía venirse abajo.
Unos días antes se decía que Perón estaba gravemente enfermo. Por los parlantes
se había anunciado que el coronel Perón se encontraba bien de salud y que estaba
en el Hospital Militar. En un momento, Colom dijo, más o menos: “Quédense que
vamos a traer a Perón”. Mucha gente gritaba por Perón –quizá por primera vez-
sin tener todavía conciencia clara de su actividad. Porque, además, la gran
prensa trataba de desvirtuar la figura de Perón. La gente se enteraba a través
de los delegados o los activistas pero no por la prensa, que casi en su
totalidad estaba en contra. Aunque él había hablado en distintas oportunidades
desde la Secretaría de Trabajo. Y se había hecho carne que era un auténtico
defensor de los derechos del trabajador.
Nos causó mucho dolor saber que lo habían detenido pero –en lo que respecta a mí
y un grupo de compañeros- sinceramente nos considerábamos impotentes, porque
recién estábamos despertando, después de muchos años, en el país. Para otros
–quizá- con anterioridad, pero a partir de ese 17 de octubre despierta la
conciencia para nosotros. Se hace carne que al pueblo tiene que respetársele
como tal, cosa que Perón proclamaba diariamente. De ahí que, si bien nos
sentíamos impotentes, podíamos hacer algo: sacar a Perón de las garras de la
oligarquía y colocarlo en el lugar que correspondía para que sea permanente una
auténtica justicia. Es decir, ese idealismo que teníamos nunca lo habíamos
vivido en el país. No creí que iba a haber tanta gente en la Plaza; lo que sí
pensaba era que el agradecimiento del pueblo a Perón tenía que ser auténtico.
Pero yo no conocía la reacción de la gente, hasta que la viví.
Durante los primeros días de octubre se agrava la tensión política. El día 5
se decreta la clausura de la Universidad y fuerzas policiales desalojan
violentamente a los estudiantes de los centros de estudio, produciéndose más de
dos mil detenciones. En las refriegas entre estudiantes y grupos de la Alianza
Libertadora Nacionalista, muere un joven reformista: Aarón Salmún Feijoó. Por su
parte, la Secretaría de Trabajo continúa con sus medidas avanzadas: la sanción
del laudo gastronómico -prohibiéndose la propina por razones de dignidad-
implica no sólo un aumento salarial sino la intervención de los delegados
gremiales en la información contable de los restaurantes.
La embajada norteamericana -el 2 de
octubre- comunica al Departamento de Estado que es "necesario llegar hasta las
últimas consecuencias", si bien conviene evitar "medidas coercitivas si éstas
pueden ser reemplazadas, con éxito por la paciencia", quedando aquellas "como
última instancia para cuando quede demostrado que la tendencia actual del pueblo
argentino a resolver el problema por su cuenta haya fracasado en alcanzar sus
objetivos" 1. Mientras, en Campo de Mayo, algunos altos oficiales, tomando como
excusa las relaciones sentimentales de Perón con la actriz Eva Duarte, descargan
su animadversión contra él, originadas, en muchos casos, en la declaración de
Guerra a Alemania. Precisamente, en esos días, circula la versión de que la
designación de Oscar Nicolini- el 5 de octubre, como Director de Correos y
Telecomunicaciones- obedece a la presión de Eva Duarte. Esta cuestión opera como
detonante en algunos sectores militares, hondamente trabajados ya por la gran
prensa, así como por la campaña desarrollada por Braden. Incluso oficiales de
alta graduación, de Campo de Mayo, filiados al nacionalismo –hasta ese momento,
coincidentes con el coronel Perón- manifiestan su desagrado.
7 de
octubre
El General Avalos visita a Perón
para informarle que el nombramiento de Nicolini ha caído muy mal en Campo de
Mayo y que debería ocuparse de que esa designación quede sin efecto. El coronel
le contesta que está cansado de imposiciones y que está dispuesto a renunciar. 8 de octubre
Perón cita a jefes militares a su despacho y les informa acerca del planteo
que le han hecho el día anterior: "...De un tiempo a esta parte vengo observando
que Campo de Mayo llega hasta el Ministerio con verdaderas imposiciones...
Primero, impusieron el alejamiento del interventor de la provincia de Buenos
aires (Bramuglia), luego, la eliminación de la subsecretaría de Informaciones y
Prensa y también se realizó. Ahora exigen la renuncia del señor Nicolini,
nombrado por el Presidente de la Nación, a propuesta del ministro del Interior.
Yo no estoy dispuesto a intervenir para que renuncie, prefiero irme a mi casa"2.
La conversación deviene en altercado por lo cual el Gral. Avalos propone asumir
la representación de Campo de Mayo y mantener un encuentro privado con Perón.
Producido éste, Avalos le informa al coronel que para resolver el diferendo,
presentará el retiro y que no hará nada que perturbe la tranquilidad del país.
Disuelta la reunión, Perón informa lo sucedido al presidente Farrell. Pero en la
noche se efectúa una nueva reunión en Campo de Mayo y allí se produce el
amotinamiento. La mayoría de oficiales designa al Gral. Avalos para que a la
mañana siguiente entreviste al presidente y le exija la renuncia de Perón a
todos sus cargos.
9 de
octubre
En la mañana, Avalos cumple su
misión. Farrell lo escucha y deciden de común acuerdo una visita a Campo de Mayo
para conversar con los jefes sublevados. En el Ministerio de Guerra, Perón
recibe la propuesta de varios jefes adictos para reprimir a los amotinados, pero
se niega – por ahora- pues ésa es una decisión del presidente. Se disponen
aprestos en varias guarniciones para el caso de que Farrell decida reprimir.
En Campo de Mayo, Farrell intenta
disuadir a los jefes más exaltados, pero no lo consigue. La guarnición mantiene
sus exigencias, por lo cual el presidente concluye por ceder. A las 17 y 30
horas, los generales Von der Becke y Pistarini entrevistan a Perón, en el
ministerio de Guerra, para informarle que Farrell considera conveniente su
renuncia. Perón recuerda: "Entonces, llamé a mi ayudante de campo y le dije- Al
Jefe de operaciones, que detenga todo movimiento de tropas y que retornen a sus
cuarteles, tráigame papel para escribir mi renuncia... El Gral. Pistarini me
dijo que era mejor que dijera que renunciaba por el llamado a elecciones que se
había decidido ya, que me retiraba para actuar desde fuera del gobierno. Le
contesté: mi General, no interesa la causa más que a mí. Y escribí:
Excelentísimo señor presidente de la Nación: renuncio a los cargos de
vicepresidente, ministro de Guerra y Secretario de Trabajo y Previsión con que
vuestra excelencia se ha servido honrarme" y firmé. La entregué al Gral.
Pistarini y le dije: Se la entrego manuscrita para que vean que no me ha
temblado el pulso al escribirla. Se había cerrado un capítulo de mi vida. Di
gracias a Dios por haberme permitido hacerlo sin sacrificar una sola vida en
holocausto de la irreflexión o el apasionamiento"3. Al mismo tiempo, por
documento aparte, el coronel solicita el retiro de la institución. "Al faltarme
el apoyo militar, decidí retirarme"4.
17 de Octubre. Producción Télam 2015
En esa tarde, el gran estanciero y
dirigente conservador don Antonio Santamarina, visita al Secretario General de
Partido Comunista -Victorio Codovilla- en la Penitenciaría, informando, a la
salida, a los periodistas del penal: "Le he dicho a Codovilla que de un momento
a otro ha de producirse el estallido que aguardamos. Estamos apurados por
obtener su libertad porque él puede orientarnos"5.
En la noche, el ministro del Interior -Dr. Quijano- comunica que el gobierno ha
resuelto convocar a elecciones generales para el mes de abril de 1946 y que el
coronel Perón ha renunciado a todos sus cargos, pues se había comprometido a
dejar sus funciones a partir del momento en que se produjese la convocatoria
electoral. Conjuntamente con este comunicado en el que se intenta disfrazar la
verdad de lo ocurrido, las radios informan que han renunciado dos jefes
militares adictos a Perón -los coroneles Filomeno Velazo y Domingo Molina- a la
jefatura y subjefatura de la Policía Federal.
Esa misma noche, Perón permanece en
su departamento de la calle Posadas en compañía de Evita, Mercante y algunos
oficiales que se acercan a pedir información y a brindarle su solidaridad. "Todo
esto es cosa del tanito de Villa María (Amadeo Sabattini) -señala el coronel-.
Lo ha enloquecido a Avalos. Le prometió la vicepresidencia y ese irresponsable
ha jugado el destino de la revolución"6. Además, le señala a Roberto Pettinato:
"No haga nada. Ha terminado todo, por el momento. Ahora, hay que esperar el
curso de los acontecimientos."7 A la misma hora, a pocos kilómetros de allí –en
el campo de deportes del Sindicato de Cerveceros, en Quilmes- se lleva a cabo
una reunión de dirigentes y militantes sindicales. Son alrededor de 70. De esa
reunión, sale la designación de varios gremialistas- entre otros, Luis Gay,
Alcides Montiel, Ramón Tejada y Juan Pérez- para que visiten al coronel, a la
mañana siguiente y se informen de lo ocurrido, para trazar la táctica adecuada.
10 de
octubre de 1945
Al mediodía, el grupo sindical
entrevista a Perón, en su departamento. Allí se decide la realización de una
concentración frente a la Secretaría de Trabajo y Previsión para que Perón se
dirija a los trabajadores, al abandonar el cargo. Se ignora quién propuso ese
acto, que habría de alcanzar suma importancia en el antagonismo vivido durante
esos días. ¿Fue una propuesta de los delegados obreros a Perón, según el
recuerdo de Gay?8. O, por el contrario, ¿fue una sugerencia de Perón que los
delegados asumieron con entusiasmo? Difícil saberlo, pero lo cierto es que el
acto se realiza en condiciones muy particulares: a) se convoca para el mismo
día, no dando tiempo al enemigo para orquestar su respuesta; b) se obtiene, a
través de una gestión realizada por Mercante, la transmisión por la red oficial
de radios, lo cual indicaría cierta complicidad del presidente Farrell.
En la tarde, alrededor de 70.000
trabajadores se nuclean en torno a la Secretaría de Trabajo, desde donde habla
el coronel, por altoparlantes y en conexión con la radio oficial. En su
discurso, Perón anuncia que deja dos decretos firmados, a favor de los
trabajadores. Uno de ellos, establece un nuevo régimen de asociaciones
profesionales- otorgándoles autonomía, entre otros derechos- y el otro, un
aumento de sueldos y salarios, implantación del salario móvil, vital y básico y
participación en las ganancias. Sostiene, además: "Deseo manifestar, una vez
más, la firmeza de mi fe en una democracia perfecta. Dentro de esa fe
democrática, fijamos nuestra posición incorruptible e indomable frente a la
oligarquía. Pensamos que los trabajadores deben confiar en sí mismos... No se
vence con violencia, se vence con inteligencia y organización. Por ello, les
pido que conserven una calma absoluta y cumplan con lo que es nuestro lema de
siempre: del trabajo a casa y de casa al trabajo... Tranquilidad y calma es lo
que necesitamos para seguir invencibles. Y si un día fuese necesario, he de
formar en sus filas para obtener lo que sea justo. Mientras tanto, que sea la
calma y la tranquilidad lo que guíe los actos de los obreros para que no se
perjudique esta magnífica jornada de justicia social. Pido orden para que
sigamos adelante nuestra marcha triunfal, pero si es necesario, algún día pediré
guerra"9.
El discurso provoca fuerte irritación. Algunos jefes militares se sienten
engañados por Farrell y Perón y exigen la remoción del presidente. Otros, como
el mayor Desiderio Fernández Suárez-once años después responsable de la masacre
de José León Suárez- reacciona con más furia y parado sobre una mesa del círculo
Militar proclama: Hay que matar a Perón10. También el General Manuel A. Mora, en
la Escuela Superior de Guerra, juzga necesario "organizar un plan de
asesinato"11.
Esa noche, Perón vuelve a reunirse en la calle Posadas, con oficiales de su
confianza. El coronel Juan Giordano recuerda que Perón le dijo que si los
obreros salían a la calle podía desencadenarse una guerra civil. "¿Qué hacemos
para evitarlo? le pregunté. Perón nos dio la siguiente directiva: -Pónganse de
acuerdo con jefes y oficiales de la causa, para que las unidades militares de la
Capital reciban a los obreros que salgan a la calle y coordinen con ellos la
forma de operar. El resto de las tropas de San Martín y El Palomar deben evitar
que Campo de Mayo marche hacia la Capital12.
"La Razón" informa, esa misma noche: "Al conocerse la noticia de la renuncia de
Perón, suben las acciones de los ferrocarriles en la Bolsa de Londres. También
suben en Nueva York otros valores colocados en la Argentina"13. 11 de octubre de 1945
En la mañana del jueves, ya está en Buenos Aires el Dr. Amadeo Sabattini,
caudillo de la Intransigencia Nacional del Radicalismo, de Córdoba, quien viene
a entrevistarse con el Gral. Avalos. Arturo Jauretche intenta convencerlo de que
asuma el gobierno: "Yo sé que Avalos le entregaría el gobierno a usted. Si se lo
ofrece, tómelo. Y llévelo a Perón con usted. Sáquelo a flote. Y aún, si el
Ejército quiere enterrarlo, hágale un entierro de seis caballos. Pero no se
ponga en contra de este hombre que representa un nuevo espíritu. Concilie ese
nuevo espíritu con el viejo del radicalismo intransigente y va a salir
adelante... Que hable por radio un hombre que represente al radicalismo, por
ejemplo, Elpidio González. Que diga que el Ejército ha resuelto que ningún
militar puede ser candidato. De ese modo, usted, desde arriba, hará el proceso
que Perón quería hacer. Es la última oportunidad que tal vez le da a usted la
Historia, personalmente. Y la oportunidad tiene una sola trenza"14. Sabattini
aprueba la propuesta, en principio, pero luego conversa con dos miembros del
Comité Nacional y finalmente, le contesta a Jauretche: -El Comité Nacional ha
resuelto que se debe entregar el poder a la Corte y... yo acato esa
resolución"15. Jauretche le responde: -Sepa, Dr. Sabattini, que la oportunidad
ha pasado al lado suyo y usted no la agarró por la única trenza que tiene. Ya no
hay otra alternativa para el país que Perón o la oligarquía. Nosotros, nos vamos
con Perón. No le extrañe que el pueblo haga lo mismo... Hemos jugado a la vieja
política la última carta que era usted. Y usted no ha entendido. Usted está
terminado políticamente y me despido con dolor porque nunca más lo volveré a
ver16.
Ese día, Perón le comunica al Gral. Avalos, ahora ministro de Guerra, que "a fin
de esperar mi retiro, he solicitado licencia y desde la fecha me encuentro en la
estancia del Dr. Subiza", en San Nicolás17. Sin embargo, junto con Eva, se
traslada a la localidad de Florida, a la casa de Elisa Duarte.
Perón escribió a Evita desde Martín García:
"El tiempo me dará la razón"
"Tesoro mío. Tené calma, y
aprendé a esperar. Esto terminará y la vida será nuestra. Con lo que yo he hecho
estoy justificado ante la historia, y sé que el tiempo me dará la razón".
"Empezaré a escribir un libro sobre esto (...) veremos entonces quién tiene
razón. El mal de este tiempo y especialmente de este país, son los brutos, y tú
sabes que es peor ser bruto, que ser malo".
"Mis últimas palabras de esta carta quiero que sean para recomendarte calma y
tranquilidad. Muchos, pero muchos besos y recuerdos para mi chinita querida".
Juan Domingo Perón
En la mañana, Perón y Eva se trasladan a una isla del Tigre, a una casa que
les ha ofrecido Rodolfo Freude, hijo de un poderoso empresario alemán. Mercante
lo despide y luego marcha a una reunión con veinte dirigentes gremiales... "Fue
el primer intento- señala Félix Luna- de organizar alguna reacción a favor de
Perón"18.
Por su parte, los opositores al
gobierno militar-y en especial, a Perón- movilizan sus fuerzas. Ya el día 11, se
han concentrado diversos grupos civiles frente al Círculo Militar donde se
discute la salida a la crisis. Pero este viernes 12 de octubre, afluye más
gente, que se asienta en Plaza San Martín. En el interior del Círculo, altos
jefes militares intercambian ideas con políticos de diversos partidos (desde los
socialistas Alfredo Palacios, Américo Ghioldi y Carlos Sánchez Viamonte hasta
conservadores como José María Paz Anchorena, Adolfo Bioy y Bernardo Houssay
pasando por radicales como José María Cantilo y Ernesto Sanmartino) Afuera: "un
público selecto -según "La Prensa"- formado por señoras y niñas de nuestra
sociedad y caballeros de figuración social, política y universitaria, jóvenes
estudiantes que lucían escarapelas con los colores nacionales, trabajadores que
querían asociarse a la demostración colectiva a favor del retorno a la
normalidad"19. Armando Cascella describe de este modo ese llamado"picnic
oligárquico": "Fiesta campestre, con señoras y señoritas de la clase ‘bien’,
sentadas en las capotas de sus lujosos automóviles, o en rueda sobre el verde
césped de ese aristocrático paseo, en amable y entusiasta tertulia ‘democrática’
mientras los mozos del Plaza Hotel y de otras proveedurías vecinas, ayudados por
jóvenes galantes, iban y venían presurosos, con las bandejas cargadas de
copetines, de botellas de champagne y suculentos sándwiches de pollo, de pechuga
de pavita y de caviar’"20.
Un dirigente stalinista -Rodolfo Aráoz Alfaro- recuerda aquella escena: "En el
Círculo se sucedían las reuniones... Nosotros, en la plaza, pronunciábamos
discursos, exigiendo la rendición incondicional del gobierno... Las consignas
eran de furiosa oposición al conjunto de las Fuerzas Armadas, con lo que
contribuíamos a unificarlas contra nosotros"21. Desde los balcones del Círculo,
el almirante Vernengo Lima intenta persuadir a los manifestantes que reclaman
"el Gobierno a la Corte": "Si bien la Corte Suprema de Justicia es una tabla de
salvación para el país, éste tienen instituciones armadas y el pueblo tiene la
obligación de respetarlas"22. Pero desde los verdes canteros rugen gritos de
desaprobación: ¡Militares no! ¡El gobierno a la Corte! ¡Militares al cuartel!.
El almirante insiste: -El país debe confiar en que el Ejército y la Armada
honestamente le propicien un gobierno del pueblo, para el pueblo y por el
pueblo". Se renuevan los abucheos: ‘Son todos iguales’... ’Está mintiendo’... El
Almirante se indigna: Usted no tiene derecho a dudar de la palabra del Almirante
Berengo Lima... Desde la plaza, gritan: ‘Habla como Perón’... Ante semejante
comparación, el Almirante hierve de ira y rechaza lo que considera una afrenta:
¡Yo no soy Perón!...El griterío le dificulta continuar la exposición, pero
alcanza informar que "Todos los culpables de este estado de cosas serán
castigados, comenzando por Perón..."23. "Durante más de diez horas -recuerda
Juan José Real- esta concentración de apellidos ilustres, de jóvenes
universitarios y de militantes comunistas, reclamó la entrega del poder al alto
tribunal y se desgañitó cantando un estribillo con música de la marcha radical:
"Adelante, ciudadanos/ Adelante, sin cesar/ No queremos dictadura/ ni gobierno
militar"24. María Rosa Oliver testimonia: "...Los comunistas, al contrario de
los anarquistas, inflexibles y líricos, se habían unido para ganar la guerra a
todos los que perseguían el mismo fin (a esto se llamó ‘browderismo’, en Estados
Unidos), lanzando la consigna ‘vencer al fascismo’.
Por serles fieles, no tuvimos reparos en aceptar el apoyo abierto del nuevo
embajador norteamericano Spruille Braden. Ese día estuve puntual, a las 9 de la
mañana, en plaza San Martín... Desde donde estoy no llego a oír lo que en sus
arengas dicen el radical, el conservador, el comunista, el socialista y el
demócrata progresista. A todos los aplauden por igual. Terminado el aplauso, un
solo clamor: Gobierno a la Corte... Me acerco a Jerónimo Arnedo Álvarez (uno de
los principales dirigentes del Partido Comunista) y le pregunto si este es el
pueblo con que contamos. Me asegura que los obreros empezarán a llegar después
de las cuatro. Alentada, decido esperar... No me cabe duda: los asistentes a
este acto pertenecemos a una clase social definida... Pasadas las cuatro.. miro
y miro sin ver llegar lo que espero. Gente nueva afluye a la plaza, pero no es
obrera."25
Esa misma tarde, Farrell, después de conversar con Vernengo Lima, decide la
detención de Perón argumentando que se tata de una medida de seguridad pues su
vida corre peligro. Sin embargo la decisión consiste en llevarlo preso a un
buque de la Armada, lo cual podría indicar que la decisión le ha sido impuesta
por el Almirante.
Poco después, el Jefe de Policía coronel Mittelbach se dirige a Tres Bocas, en
el Tigre, para apresar a Perón. Mientras, esa noche, la policía dispersa a los
manifestantes de Plaza San Martín, produciéndose graves enfrentamientos, de los
cuales resulta muerto un médico, militante de los grupos opositores al gobierno. 13 de
octubre
A
la una de la madrugada, en el Tigre, Mittelbach le comunica a Perón que tiene
orden de trasladarlo a un buque de guerra. Perón se niega a acompañarlo
argumentando que no quiere ser sacado de su jurisdicción y solicita que se
comuniquen con Farrell para modificar la orden, al tiempo que él se traslada a
su departamento de la calle Posadas, donde esperará novedades. Alrededor de las
dos y media del sábado 13, el subjefe de policía -mayor D’Andrea- se presenta en
dicho departamento y se traslada, con Perón, en carácter de detenido, a la
cañonera "Independencia", para tomar rumbo hacia la isla Martín García. Mercante
los acompaña y recuerda la despedida: "Perón susurró unas palabras
recomendándome a Eva y luego, suelto y natural, subió la pasarela. Me quedé
mirándolo desde abajo. De pronto advertí que el marinerito que montaba guardia a
mi lado, estaba llorando. Por su rostro morocho corrían las lágrimas
silenciosamente. ¡Entonces sentí una enorme tranquilidad y supe con claridad
total que íbamos a ganar la partida!26. Lo sucedido indicaría que el Gral.
Farrell ha cedido frente a la presión del Almirante Vernengo Lima y del Gral.
Avalos. Ambos jefes se reparten transitoriamente las carteras del gabinete,
mientras el presidente encomienda al D. Juan Alvarez -hombre de la judicatura-
la reorganización ministerial.
"Crítica" titula : "Perón ya no constituye un peligro para el país"27 28.
En la noche del 13 de octubre, el
profesor Juan Fentanes, nuevo secretario de Trabajo y Previsión, se dirige a los
obreros por radiofonía intentando disipar inquietudes acerca de la pérdida de
conquistas sociales, aunque manifestando su convicción de que el Estado no debe
cumplir papel relevante en los conflictos laborales "pues obreros y patrones
deben resolver directamente sus problemas"29. Entre sus primeras medidas, se
informa que se ha declarado feriado "no pago" al día 12 de octubre.
En la tarde de ese mismo día, Perón le escribe una carta al presidente Farrell
manifestándole la injusticia de que es objeto, especialmente porque "si me
encuentro detenido a disposición del Poder Ejecutivo, creo tener los derechos
elementales que me acuerda la ley". Señala, asimismo, que no sabe de qué se lo
acusa y que "hubiese preferido ser fusilado por cuatro viejos montañeses y no
pasar por lo que estoy pasando", en jurisdicción militar y peor aún, bajo la
custodia de los hombres de la Armada. Además, le solicita a Farrell que acelere
su trámite de retiro del Ejército. También le escribe a Eva, carta que
lamentablemente no se ha encontrado hasta ahora. Una tercera carta va dirigida a
Mercante : "... Me hace mucha gracia que algunos creyeran que yo me iba a
escapar. Son unos angelitos pues si lo hubiera querido hacer, tenía diez
embajadas con amigos que me hubieran acogido con los brazos abiertos. Ellos
olvidan que yo soy un soldado de verdad y que si no hubiera querido entregarme,
hubiera sido otro el procedimiento que habría seguido. Con todo, estoy contento
de no haber hecho matar un solo hombre por mí y de haber evitado toda violencia.
Ahora, he perdido toda posibilidad de seguir evitándolo y tengo mis grandes
temores que se produzca allí algo grave... Le encargo mucho a Evita, porque la
pobrecita tiene sus nervios rotos y me preocupa su salud. En cuanto me den el
retiro, me caso y me voy al diablo. Saludo a todos los amigos y en especial al
"peronismo"... Querido amigo. Usted es de los excelsos, por eso vivirá amargado
pero con una conciencia feliz. La conciencia es la madre del alma, por eso nos
adormece con una canción de cuna cuando está pura y limpia"30.
Con respecto a esta declaración de "me caso y me voy al diablo", algunos suponen
que fue un momento de agotamiento y de hastío por parte del coronel. Otros, como
Fermín Chávez, sostienen que se trata de una maniobra para confundir al enemigo,
en conocimiento de que todas sus cartas serían leídas por sus carceleros antes
de ser remitidas.
14 de octubre
"La Epoca" informa que el planteo de los dirigentes políticos de entregar
"el gobierno a la Corte" significaría la asunción, como presidente, del Dr.
Roberto Repetto, "gran amigo de Robustiano Patrón Costas y de otros fuertes
empresarios azucareros del Norte"31. Transcribe, asimismo, una declaración del
Comité Centro y Constitución del Partido Comunista: "Por la entrega del poder a
la Suprema Corte y un ministerio de conciliación nacional. Pueblo de la Capital:
las bandas nazifascistas juntamente con su policía gestapista y con la
complicidad del Gral. Avalos, han ametrallado a mansalva al pueblo de Buenos
Aires congregado en la Plaza San Martín, en el día de ayer. Numerosos muertos y
heridos constituyen el saldo de esta vandálica represión -sin precedentes en la
historia argentina- contra toda la ciudadanía que exige la entrega del Gobierno
a la Suprema Corte y la constitución de un ministerio de Unidad Nacional, donde
estén representados todos los partidos políticos antifascistas, el movimiento
obrero independiente, el estudiantado y todos los sectores económicos y
sociales, civiles y militares de la Nación que aspiran al retorno inmediato de
la normalidad constitucional. No hay solución política actual a espaldas del
pueblo. Pueblo argentino: No intimidarse. Salid a la calle y aplastad a los
nazis y pistoleros peronianos"32.
Ese mismo día 14, el Gral. Avalos visita a Victorio Codovilla en el Departamento
de Policía. Pocas horas antes de que el dirigente stalinista recuperase la
libertad, Avalos mantuvo una larga plática con él, de la cual sólo trascendió
esta información: "El dirigente comunista habría dicho: - Hemos cometido un
error en no haber apoyado antes a este gobierno. Temo que ya sea tarde. Rodolfo
Puiggros se refiere a esta entrevista y comenta que, por supuesto, "al decir
este gobierno, Codovilla se refería al que representaba Avalos33, es decir, que
para el secretario general del Partido Comunista los militares dejaban de ser
nazifascistas por el mero hecho de haber detenido a Perón. A su vez, otro
dirigente del mismo partido da fe de su vocación "democrática" visitando al otro
gran enemigo de Perón, el jefe de la Armada: "Con un grupo de personas- recuerda
Rodolfo Ghioldi- fuimos a ver al almirante Vernengo Lima al ministerio y me
permití decirle: - Pero, ustedes van a ser derrocados pasado mañana; la policía
está en las mismas manos, la policía no deja que los sindicatos hagan asambleas,
persigue gente que quiere luchar y salir a la calle, les está metiendo palos y
llevándola a los calabozos... Me dijo que estaba equivocado y como yo
insistiese, se comprometió a comunicárselo al Gral. Avalos"34.
Mientras, en Martín García, Perón
escribe dos cartas. La primera, al Gral. Avalos, donde afirma que "soy todavía
un oficial superior del Ejército en actividad y desconozco el delito de que se
me acusa... por lo cual solicito quiera servirse ordenar se realicen las
diligencias del caso para esclarecer los hechos y de acuerdo a la ley, disponer
en consecuencia mi procesamiento o proceder a resolver mi retorno a jurisdicción
y libertad, si corresponde"35. La segunda es una nueva carta a Eva,
caracterizada por las expresiones cariñosas hacia su compañera. En lo que atañe
al aspecto político, afirma: "... Hoy he escrito a Farrell pidiéndole que me
acelere el retiro, en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a
vivir tranquilos... ¿ Qué me decís de Farrell y de Avalos? Dos sinvergüenzas con
el amigo. Así es la vida...Te encargo le digas a Mercante que hable con Farrell
para ver si me dejan tranquilo y nos vamos al Chubut los dos....Trataré de ir a
Buenos Aires por cualquier medio, de modo que puedes esperar tranquila y
cuidarte mucho la salud. Si sale el retiro, nos casamos al día siguiente y si no
sale, yo arreglaré las cosas de otro modo, pero liquidaremos esta situación de
desamparo que tú tienes ahora...Con lo que yo he hecho estoy justificado ante la
historia y se que el tiempo me dará la razón. Empezaré a escribir un libro sobre
esto y lo publicaré cuanto antes, veremos entonces quien tiene razón ..."36.
Este proyecto de alejarse de la acción pública- aunque, al mismo tiempo, anuncia
su decisión de escribir un libro para continuar la lucha- constituiría, según
algunos ensayistas peronistas, un nuevo intento de despistar a quienes revisasen
la correspondencia. Sin embargo, parece más razonable entenderlo como una
actitud propia de quien se encuentra detenido, traicionado por sus camaradas de
armas y cuando aún no se ha producido la reacción popular en su defensa.
A media tarde de ese día 14, llega a Martín García el capitán-médico Miguel
Angel Mazza, quien desde hace años atiende la salud de Perón. Mazza le trae la
siguiente información, que le envía el coronel Franklin Lucero: "Según Lucero,
había que contar con tres generales: Sosa Molina, Solari y Urdapilleta. El
Ejército del interior no podía estar con Campo de Mayo... La famosa Escuela de
Guerra, termómetro de la reacción en el Ejército, estaba ahora dividida y se
balanceaba a favor de Perón"37. Acerca de los obreros, Mazza le informa que "el
mayor Estrada estaba en contacto con Alcides Montiel y que se trabajaba
secretamente"38. Mazza y Perón conversan extensamente y convienen en plantear
-tomando por base unas radiografías de años atrás- que el clima húmedo de la
isla daña seriamente su salud, reclamándole a Farrell que disponga su traslado a
la Capital.
15 de octubre
El Dr. Mazza entrevista al presidente Farrell y le entrega su informe acerca del
deterioro de la salud de Perón, "lo cual obliga imprescindible e
impostergablemente a un examen clínico y de laboratorio en un ambiente
hospitalario"39. Farrell asiente, en principio, a la solicitud, pero envía a
Mazza para que formule la misma petición ante el ministro de Guerra, Gral.
Avalos. El médico sabe que su argumento es un arma poderosa: las Fuerzas Armadas
no pueden cargar con la responsabilidad, frente al pueblo, de que Perón enferme
gravemente, con peligro de muerte, a causa de su detención, la cual, según los
informes oficiales, procura protegerlo ante amenazas contra su vida. Horas
después, ya en su consultorio, Mazza es citado por el Alte. Vernengo Lima quien
opone reparos a lo que considera demasiada buena voluntad de Farrell. A la
Armada le disgusta la posibilidad de flexibilizar el control sobre Perón y
además, mantiene dudas acerca de la veracidad de la información médica. El
traslado de Perón provoca diversas reuniones y tarda en definirse.
Mientras, el Dr. Juan Alvarez continúa parsimoniosamente sus gestiones dirigidas
a constituir el nuevo gabinete. Los diarios recogen versiones de que se
recurriría a viejos políticos conservadores, entre otros, Alberto Hueyo, Isidoro
Ruiz Moreno, Jorge Figueroa Alcorta y Tomás Amadeo. Por su parte, la embajada
norteamericana celebra la detención de Perón: "Perón está fuera del juego
políticamente hablando, sin apoyo palpable en el Ejército y muy poco del sector
gremial colaboracionista"40.
Pero la diplomacia norteamericana se equivoca. "El 15 de octubre se declara la
huelga revolucionaria por tiempo indeterminado en todos los ingenios ", recuerda
Luis René Villacorta, dirigente de la FOTIA41. Los trabajadores tucumanos del
azúcar exigen, además, la reunión del Comité Central Confederal de la C.G.T.
Asimismo, en Berisso, al impulso combativo de Cipriano Reyes, los trabajadores
de la Carne comienzan a movilizarse y al atardecer recorren las calles de esa
localidad a los gritos de ¡Viva Perón y la Secretaría de Trabajo!"42. "La Epoca"
informa la irritación que cunde en la clase trabajadora, bajo el título, en pág.
2 : "Iniciaron los patrones su ataque a las conquistas sociales".La nota explica
que dada la resolución del nuevo Secretario de Trabajo, los empleadores se
niegan a abonar el feriado del 12 de octubre y que en algunas fábricas han
aparecido carteles, colocados por la patronal en las puertas de acceso, con el
siguiente texto: "El 12 de octubre vayan a cobrárselo a Perón"43. Esta actitud
provoca incidentes en varias fábricas.
La
cúpula de la Central Obrera, atemorizada por la presión que viene desde las
bases, visita al Gral. Avalos para solicitarle garantías de que las conquistas
sociales no serán derogadas44. También solicitan audiencia al presidente
Farrell, para el día siguiente, a fin de asegurarse que sus reclamos serán
escuchados y ante los reclamos del interior convocan al Comité Central
Conferederal para el martes 16 de octubre, a las 18 horas, en Buenos Aires,
organismo al cual proponen se declare una huelga general en todo el país.
En la noche del 16, "la policía disuelve una manifestación que daba vivas al
coronel Perón en Florida y Corrientes, pleno centro porteño"45. En el Chaco se
anuncia paro general... En Avellaneda y Rosario se producen manifestaciones con
participación de miles de trabajadores... Paran los obreros ferroviarios de
Junín...Huelga en el frigorífico Wilson, de Puente Alsina46.
16 de
octubre
En la mañana, los dirigentes de la CGT visitan al presidente Farrell, al
cual participan de su preocupación por la salud del coronel Perón, así como que
algunos gremios, en forma parcial, han salido a la calle reclamando por su
libertad. También le expresan la preocupación reinante en la clase trabajadora
ante las versiones de los diarios acerca del nuevo gabinete que estaría
integrado por hombres del conservadorismo. El Gral. Avalos intenta
tranquilizarlos manifestándole que Perón se halla "protegido" por el Gobierno y
al mismo tiempo, emite un comunicado en el que "hacer saber a la población que
el coronel Perón no se encuentra detenido"47. Perón, desde su cautiverio, le
envía un mensaje a Avalos: "Comunico al señor Ministro que mientras la radio
anuncia que no estoy detenido, hace cuatro días que me encuentro detenido e
incomunicado y con dos centinelas de vista en la prisión de esta isla"48.
Un hombre de FORJA, Darío Alessandro, testimonia acerca de su encuentro, en esos
días, con oficiales de Campo de Mayo que se encuentran replanteando su posición.
La oficialidad, de posición nacionalista, ante los rumores de que regresarían al
poder los viejos políticos conservadores, manifiestan su disconformidad y
sostienen que ellos "al provocar la caída de Perón, no pensaban en replantear la
vuelta a la vieja Argentina y menos aún de esa gente de la oligarquía"49. Estos
oficiales habrían influído sobre el resto de Campo de Mayo para debilitar el
apoyo al Gral. Avalos.
"La Epoca" expresa el cambio de situación que se está produciendo: "Desde la
Quiaca hasta Tierra del Fuego y desde el Atlántico a los Andes, se pide, se
clama y se exige la libertad del coronel Perón"50. "Los trabajadores de todo el
país se han puesto de pie para reclamar la libertad del coronel Perón"51.
Después del 17: Publicidad callejera de la
campaña del Partido Laborista
Al mediodía, el presidente Farrell
decide – a propuesta de Vernengo Lima- que los doctores Nicolás Romano- de
antigua militancia radical- y José Tobías, acompañados del capitán de corbeta
Andrés Tropea y el comisario Rodríguez, viajen a Martín García para establecer
el verdadero estado de salud de Perón y decidir acerca de si corresponde o no su
traslado a un hospital de Buenos Aires. A media tarde, esas personas parten a
cumplir su misión arribando a la isla al anochecer. Aproximadamente a la misma
hora, inicia sus deliberaciones el Comité Central Confederal de la CGT en la
sede de la Unión Tranviarios. Por su parte, "La Unión Obrera Local- expresión
sindical del Partido Comunista-sostiene que "desautoriza las versiones a favor
de una huelga inminente lanzadas por un grupo afecto al gobierno desplazado y
por elementos nazis que pretenden obstruir el camino de las elecciones
libres"52. En el mismo sentido se expresa la Federación Obrera de la Carne, en
manos del stalinismo: "...bandas armadas, extrañas a los obreros de los
frigoríficos, encabezadas por Cipriano Reyes, tratan de impedir el ingreso al
trabajo. Los trabajadores no deben abandonar sus tareas y deben movilizarse para
terminar de una vez con estas maniobras del nazifascismo que atentan contra la
libertad, la democracia y el progreso del país"53. A su vez, el Partido
Socialista denuncia "la maniobra encaminada a confundir la opinión de los
trabajadores y crear factores de perturbación y anarquía...tentativa de los
dirigentes entregados a la dictadura implantada por el ex secretario de Trabajo
y Previsión"54.
Al llegar la comitiva a Martín García, durante la noche, Perón se niega a ser
revisado pues él tiene su médico y ésta ya ha informado al respecto. El capitán
Tropea vacila, pero finalmente se comunica con sus superiores. Se produce una
situación confusa. Perón afirma que "por orden expresa del presidente, en contra
de la decisión del ministro de Marina" se decidió el traslado55. Hacia la
medianoche, se realizan los preparativos para conducir al coronel al Hospital
Militar. A esa hora ya se conoce la decisión de la Central Obrera: por 16 votos
contra 11 , "la CGT, en defensa de las conquistas obtenidas y las por obtener y
considerando que éstas se hallan en peligro ante la toma del poder por las
fuerzas del capital y la oligarquía, declara un Paro General en todo el país por
el término de 24 horas, que se hará efectivo el día jueves 18 de octubre, a
partir de la cero hora"56.
17 de
octubre
A las 6 horas, Juan Perón ingresa al Hospital Militar. A las 7, en Brasil y
Paseo Colón, la policía dispersa alrededor de mil personas que se dirigían hacia
la Casa de Gobierno. A las 8 y 30 es disuelta una manifestación en Independencia
y Paseo Colón. A las 9hs , por Alsina, hacia el oeste, va una columna estimada
en 4000 trabajadores. A las 9 y 30hs es dispersada una concentración reunida
frente al Puente Pueyrredón de alrededor de 10.000 personas57. A mitad de
mañana, grupos de trabajadores reclaman frente al Hospital Militar, exigiendo
ver a Perón. Las radios informan que se está generalizando la huelga, no
obstante que la CGT declaró el paro para el día 18. Al mediodía, la policía
vuelve a dispersar a grupos de manifestantes que se habían concentrado en Plaza
de Mayo. FORJA da una declaración donde sostiene que " en el debate planteado en
el seno de la opinión, está perfectamente deslindado el campo entre la
oligarquía y el pueblo...y , en consecuencia, expresa su decidido apoyo a las
masas trabajadoras que organizan la defensa de sus conquistas sociales"58. Por
entonces, el coronel Gemetro le sugiere a Avalos: General, si a esa gente no la
para la policía, lo podemos hacer nosotros con unos pocos hombres... -Quédese
tranquilo. No va a pasar nada-contesta Avalos. Todo lo que la gente quiere es
ver a Perón, saber que está bien. Después, se irán como vinieron"59.
Después del mediodía, la policía modifica su actitud frente a los manifestantes.
"La crisis del poder liberó los sentimientos de los agentes de la tropa -afirma
Perelman- muchos de ellos provincianos y con bajos sueldos... Los vigilantes se
declararon peronistas"60. Esto es verdad, pero también es cierto que un amigo de
Perón, el coronel Filomeno Velazco, controla ya la planta baja del Departamento
de Policía y da órdenes a los agentes.
A las 15 y 30, un grupo de sindicalistas mantiene una reunión con Perón en el
Hospital Militar. En las primeras horas de la tarde, varias columnas confluyen,
en Avellaneda, ante el puente. "Era una muchedumbre de 50.000 personas -sostiene
Cipriano Reyes-... Minutos después, las pasarelas del puente comenzaron a bajar
y la muchedumbre se lanzó para pasar al otro lado"61.
"Nosotros no participamos del 17 de octubre -recuerda un dirigente gremial del
Partido Comunista-. Los metalúrgicos que nosotros controlábamos trabajaron el 17
de octubre. No lo entendimos, no seguimos a la masa y nos costó muy caro"62. Un
periodista afirma que a las 13 hs. "el ministerio de marina rechaza un
ofrecimiento de dirigentes comunistas para que obreros armados, de esa
tendencia, enfrenten a los trabajadores peronistas"63. "Yo estaba avergonzado e
indignado Eso es, indignado y avergonzado", recuerda Jorge Luis Borges64.
Han pasado ya las 16 horas cuando, ante el crecimiento de la concentración
popular, el presidente Farrell envía a algunas personas de su confianza para
conversar con Perón y encontrar una salida a la crisis. Así, el brigadier
Bartolomé de la Colina y el Gral. Pistarini conversan con Armando Antille,
radical irigoyenista que viene colaborando en las tareas de acercamiento. En un
piso alto del Hospital Militar, el coronel, en pijama, recibe información de lo
que ocurre y espera el desarrollo de los acontecimientos. "Estábamos allí-
recuerda Franklin Lucero- sus amigos de las buenas y malas horas..."65. "Las
llamadas desde la Casa de Gobierno se sucedían. Farrell quería calmar a la
muchedumbre. En determinado momento, Perón me preguntó: - ¿Hay mucha gente?
Realmente, ¿hay mucha gente, che?... Nunca me había tuteado. Pero su creciente
entusiasmo, se comenzaba a apreciar en su cambio físico y espiritual"66.
Mientras, en la plaza de Mayo, el Gral. Avalos intenta infructuosamente
dirigirse a los trabajadores. La respuesta de la plaza es contundente: "Queremos
a Perón"67.
El
día después
Superada la euforia del 17 de octubre la CGT convoca a una
huelga general para el 18 de octubre. La
huelga se acató y, al igual que durante la jornada anterior, no existieron
desmanes significativos.
El 19 de octubre la CGT (que oficialmente aún no respondía al peronismo) se
reúne para analizar los alcances de la huelga y labra un acta en la que se hace
una sola mención a la jornada del 17 y en ningún momento se nombra al coronel
Perón.
"Se hacía evidente que el gobierno
quería parlamentar- testimonia el capitán Russo. Recuerdo que entonces Perón me
dijo textualmente: - Ha llegado el momento de aprovechar la debilidad del
enemigo"68. Poco después, se conviene que el Gral. Avalos se traslade al
Hospital Militar, para conversar con Perón. "Avalos me expresó - recuerda Perón-
sus deseos de que yo hablara al pueblo para calmarlo e instarlo a que se
retirara de la plaza de Mayo"69. De esta conversación surge la conveniencia de
una reunión Farrell- Perón. Mientras tanto, en la Casa Rosada, Vernengo Lima
presiona a Farrell para disolver la concentración apelando a la fuerza militar:
"Usted está cometiendo un grave error. Esto hay que disolverlo a balazos y va a
ser difícil, hay mucha gente"70. El presidente se niega a recurrir a la
represión: "El ministro de Marina insiste, explicando que las ametralladores
están en el techo: Si tiramos al aire, se van a ir....Pero el Presidente se
mantiene inconmovible: -No, señor. No se hace ningún disparo. La gente puede
morir por el pánico. Yo no autorizo nada71.
Los diarios de la tarde informan acerca de la situación, desde su perspectiva
reaccionaria: "Numerosos grupos, en abierta rebeldía- según "La Razón"-
paralizaron en la zona sur los tranportes y obligaron a cerrar fábricas,
uniéndose luego en manifestación"72. Acompaña la noticia con una declaración del
Partido Comunista de la Provincia de Buenos Aires donde se denuncian "los
desmanes de elementos peronistas de Cipriano Reyes y demás aventureros a sueldo
de la Secretaría de Trabajo que en bandas armadas han ido provocando a la
población y obligando a los obreros a hacer abandono de sus trabajos. Tales
hechos han sido denunciados al ministro del Interior Gral. Avalos por este
comité"73. "Crítica", por su parte, aparece con grandes titulares: "Grupos
aislados que no representan al auténtico proletariado argentino tratan de
intimidar a la población... En varias zonas de Buenos aires, los grupos
peronianos cometieron sabotaje y desmanes"74. Los periódicos informan, además,
que el Dr. Juan Alvarez ha visitado la Casa de Gobierno con el listado de los
hombres de doble apellido que conformarían el nuevo gabinete.
Desde el Hospital Militar, Perón se aviene a conversar con Farrell pero, pone
condiciones: "Primero, que Vernengo Lima se mande a mudar, segundo, que la
Jefatura de Policía la ocupe Velazco, tercero, que lo busquen a Pantín y lo
pongan al frente de las fuerzas de mar y que Lucero se haga cargo del Ministerio
de Guerra. Además, hay que traer inmediatamente a Urdapilleta, que está en
Salta, para que se haga cargo del ministerio del interior. Esas son mis
condiciones"75.
Rato después, Farrell y Perón conversan en la residencia presidencial. "Me dijo
Farrell:- Bueno, Perón, ¿qué pasa?. Yo le contesté: Mi General, lo que hay que
hacer es llamar a elecciones de una vez. ¿Que están esperando? Convocar a
elecciones y que las fuerzas políticas se lancen a la lucha... -Esto está listo,
me contestó y no va a haber problemas. -Bueno, le dije:- Entonces, me voy a mi
casa. -
No,
déjese de joder, me dijo y me agarró de la mano: Esa gente está exacerbada , nos
van a quemar la Casa de Gobierno!76.
Aproximadamente a las 23 horas, Farrell y Perón ingresan a la Casa Rosada.
-Venga, hable, me dijo Farrell, recuerda Perón. Minutos después, el coronel
ingresa al balcón y se abre ante su mirada un espectáculo majestuoso mientras
una ovación atronadora saluda su presencia. En la noche de Buenos Aires, una
inmensa muchedumbre, que algunos estiman en trescientos mil , otros en
quinientos mil y el diario "La Epoca" en un millón de personas, vibra coreando
su nombre: ¡Perón! Perón. Los diarios encendido a manera de antorchas
resplandecen sobre la negrura nocturna celebrando la victoria popular . Alguien
alcanza una bandera hasta el balcón: es una bandera argentina que lleva atada
una camisa. El coronel la toma y la hace flamear de un lado a otro, ante la
algarabía popular. ¡Ar-gen-ti-na! ¡Ar-gen-ti-na!. Farrell y Perón se abrazan,
produciendo un nuevo estallido de júbilo popular. El presidente intenta
vanamente dirigirse a los manifestantes, pero el impresionante griterío no se lo
permite. Finalmente, pronuncia unas pocas palabras para comunicar que el
gobierno no será entregado a la Corte Suprema, que ha renunciado todo el
gabinete, que el coronel Mercante será designado Secretario de Trabajo y
Previsión y que "otra vez está junto a ustedes el hombre que por su dedicación y
empeño ha sabido ganar el corazón de todos: el Coronel Perón"77.
El coronel, profundamente conmovido, se acerca al micrófono. "¡Imagínese
-recordará años después- ni sabía lo que iba a decir... Tuve que pedir que
cantaran el himno para poder armar un poco las ideas"78. Concluido el himno
nacional, el coronel se dirige a la multitud: "Trabajadores. Hace casi dos años,
desde estos mismos balcones, dije que tenía tres honras en mi vida: ¡la de ser
soldado, la de ser un patriota y la de ser el primer trabajador argentino!. Una
larga ovación interrumpe el discurso. El coronel comunica al pueblo que ha sido
firmada su solicitud de retiro y que esa renuncia a su carrera militar la ha
dispuesto "para ponerme al servicio integral del auténtico pueblo argentino....
Muchas veces me dijeron que ese pueblo por el que yo sacrificaba mis horas de
día y de noche, habría de traicionarme. Que sepan hoy los indignos farsantes que
este pueblo no engaña a quien no lo traiciona. Por eso, quiero, en esta
oportunidad, como simple ciudadano, mezclado en esta masa sudorosa, estrechar
profundamente a todos contra mi corazón, como lo podría hacer con mi madre...".
Su discurso resulta interrumpido , varias veces, por la pregunta que inquieta al
pueblo: ¿dónde estuvo? Pero él prefiere no contestar y finalmente le pide al
pueblo: "No me pregunten ni me recuerden cuestiones que yo ya he olvidado. No
quiero empañar este acto con ningún mal recuerdo." Luego afirma: "...Ha llegado
el momento del consejo. Trabajadores: únanse, sean hoy más hermanos que nunca
...Y les pido que realicen el día de paro festejando la gloria de esta reunión
de hombres de bien y de trabajo, que son la esperanza más pura y más cara de la
patria". Desde el gentío, surge la ocurrencia: ¡Mañana es San Perón! ¡Mañana es
San Perón!. Finalmente, el coronel afirma: "...Al abandonar esta magnífica
asamblea, háganlo con mucho cuidado... Tengan presente, que necesito un descanso
que me tomaré en Chubut para reponer fuerzas y volver a luchar, codo a codo con
ustedes, hasta quedar exhausto, si es preciso... Y ahora, para compensar los
días de sufrimiento que he vivido, quiero pedirles que se queden en esta plaza,
quince minutos más , para llevar en mi retina el espectáculo grandioso que
ofrece el pueblo desde aquí"79.
Rato después, la imponente concentración se dispersa lentamente. Los
trabajadores fabriles han irrumpido tumultuosamente en la historia argentina y
han liberado al coronel, quebrando el poder de la oligarquía.
Al mismo tiempo que la presencia popular en la plaza definía la puja por el
poder, el ala nacional del Ejército había cumplido un rol importantísimo. El
coronel Filomeno Velazco había logrado controlar la Policía Federal, lo que
explica la libertad de movimientos otorgada a los agentes. También el coronel
Carlos Mujica se apoderó del regimiento 3 de infantería. Hacia la noche,
Pistarini y Lucero tomaron el ministerio de Guerra, mientas Estrada y Mercante
se ubicaban en la Secretaría de Trabajo.
En el interior del país, importantes concentraciones de trabajadores-
especialmente en Rosario,. Tucumán, Córdoba y Mendoza- se dispersan en orden con
la alegría del triunfo. Así ocurre también en Buenos Aires, pero el odio riega
de sangre las primeras horas del día 18: una manifestación peronista es
tiroteada desde adentro del diario "Crítica", provocando la muerte de Darwin
Passaponti y Francisco Ramos.
Un nuevo ciclo histórico se inicia en la Argentina.
Opiniones
sobre el 17 de octubre
"El país era otro país y no quisieron entenderlo... El 17 de octubre, más
que representar la victoria de una clase, es la presencia del nuevo país con su
vanguardia más combatiente y que más pronto tomó contacto con la realidad
propia". Arturo Jauretche80.
"Cuando en la época de nuestra famosa Unión Democrática, tantos intelectuales de
izquierda marchábamos al lado de conservadores como Santamarina y señoras de la
sociedad, deberíamos haber sospechado que algo estaba funcionando mal". Ernesto
Sábato81.
"El 17 de octubre fue preparado por la Policía Federal y la Oficina de Trabajo y
Previsión, convertida en una gran máquina de propaganda tipo fascista..." Unión
Cívica Radical82.
"...Había dos países en octubre de 1945: el país elegante y simpático con sus
intelectuales y su sociedad distinguida sustentada en su clientela "romana" y el
país de ‘la corte de los milagros’ que mostró entonces toda su rabia y toda su
fuerza. ¡Nueve días que sacudieron al país! ¡Nueve días en que la verdad se
desnudó! ¡Nueve días que cierran una época e inauguran otra!... Desde luego, el
odio no es el único ingrediente del peronismo pero es el fundamental, el cemento
que aglutinó a las masas en torno a Perón". Emilio Hardoy, dirigente
conservador83.
"En los bajíos y entresijos de la sociedad hay acumuladas miseria, dolor,
ignorancia, indigencia más mental que física, infelicidad y sufrimiento. Cuando
un cataclismo social o un estímulo de la policía moviliza las fuerzas latentes
del resentimiento, cortan todas las contenciones morales, dan libertad a las
potencias incontroladas, la parte del que pueblo que vive ese resentimiento y
acaso para su resentimiento, se desborda en las calles, amenaza, vocifera,
atropella, asalta a diarios , persigue en su furia demoníaca a los propios
adalides permanentes y responsables de su elevación y dignificación". Partido
Socialista84.
"El 17 de octubre es uno de los tantos golpes de cuartel". Grupo Obrero
Marxista85.
"Era el subsuelo de la Patria sublevado... Eramos briznas de multitud y el alma
de todos nos redimía. Presentía que la historia estaba pasando junto a nosotros
y nos acariciaba suavemente, como la brisa fresca del río.. Lo que yo había
soñado e intuído durante muchos años estaba allí presente, corpóreo, tenso,
multifacetado, pero único en el espíritu conjunto. Eran los hombres que están
solos y esperan que iniciaban sus tareas de reivindicación. El espíritu de la
tierra estaba presente como nunca creí verlo". Raúl Scalabrini Ortiz86.
"Se iniciaba un largo y doloroso período, pues quienes lo habían planeado habían
logrado desencadenar un movimiento de masas que acompañaría a la dictadura. Con
el caer de la tarde, la tristeza me dominó". Américo Ghioldi87.
"¿Cómo?, se preguntaban los figurones de la oligarquía, azorados y
ensombrecidos, ¿pero es que los obreros no eran esos gremialistas juiciosos a
quienes Juan B. Justo había adoctrinado sobre las ventajas de comprar porotos
baratos en las cooperativas?. Jorge A. Ramos88.
"No sólo por los bombos, platillos, triángulos y otros improvisados instrumentos
de percusión (esa gente) me recuerda las murgas de carnaval, sino también por su
indumentaria: parecen disfrazados de menesterosos. Me pregunto de qué suburbio
alejado provienen esos hombres y mujeres casi harapientos, muchos de ellos con
vinchas que, como a los indios de los malones, les ciñen la frente y casi todos
desgreñados. ¿O será que el día gris y pesado o una urgente convocatoria, les ha
impedido a estos trabajadores tomarse el tiempo de salir a la calle bien
entrazados o bien peinados, como es su costumbre ¿ O habrán surgido de ámbitos
cuya existencia yo desconozco" . María Rosa Oliver, escritora del grupo "Sur" y
camarada de ruta del partido comunista89.
"Estábamos en el medio de la multitud, sumamente emocionados. Y advertí que en
el rostro de Nicolás Olivari corría un lagrimón" . Alberto Vanasco90.
"Con su permiso, señor Capitán. Voy
a desalojar a toda esa gente.- Sí, le dije , pero con una condición: no dispare
ningún tiro adentro del edificio... Se retiraron entonces... El dio la orden y
los soldados pusieron rodilla en tierra, dieron vuelta sus fusiles-con la culata
adelante- y comenzaron a sacudirles las cabezas a los revoltosos. Sonaban sus
cabezas que parecían mates". Isaac. F. Rojas91.
"El
malón peronista - con protección oficial y asesoramiento policial- que azotó al
país, ha provocado rápidamente- por su gravedad- la exteriorización del repudio
popular de todos los sectores de la República en millares de protestas... Se
plantea así para nuestros militantes, una serie de tareas que para mayor
claridad, hemos agrupado en dos rangos: higienización democrática y
clarificación política. Es decir, por un lado, barrer con el peronismo y todo
aquello que de alguna manera sea su expresión: por el otro, llevar adelante una
campaña de esclarecimiento de los problemas nacionales, la forma de resolverlos
y explicar ante las amplias masas de nuestro pueblo, más aún que lo hecho hasta
hoy, lo que la demagogia peronista representa. En el primer orden, nuestros
camaradas deben organizar y organizarse para la lucha contra el peronismo hasta
su aniquilamiento. Corresponde aquí también señalar la gran tarea de limpiar las
paredes y las calles de nuestras ciudades de las inmundas ‘pintadas’ peronistas.
Que no quede barrio o pueblo sin organizar las brigadas de reorganización
democrática. Nuestras mujeres ...deben visitar las casas de familia, comercios,
etc, reclamando la acción coordinada y unánime contra el peronismo y sus hordas.
Perón es el enemigo número uno del pueblo argentino" Declaración del Partido
Comunista, 21/10/45 92.
"El malevaje peronista, repitiendo escenas dignas de la época de Rosas y
remedando lo ocurrido en los orígenes del fascismo en Italia y Alemania,
demostró lo que era, arrojándose contra la población indefensa, contra el hogar,
contra las casas de comercio, contra el pudor y la honestidad, contra la
decencia, contra la cultura e imponiendo el paro oficial, pistola en mano y con
la colaboración de la policía que ese día y al día siguiente, entregó las calles
de la ciudad al peronismo bárbaro y desatado". Partido Comunista93.
"Los acontecimientos de los días 17 y 18 de este mes han dejado perplejos y
confundidos a los stalinistas, socialistas y en general a toda la pequeña
burguesía que se hallaba bajo el influjo ideológico de la oligarquía y del
imperialismo... La misma masa popular que antes gritaba ¡Viva Yrigoyen!, grita
ahora ¡Viva Perón!. Así como en el pasado se intentó explicar el éxito del
yrigoyenismo aludiendo a la demagogia que atraía a la chusma, a las turbas
pagadas, a la canalla de los bajos fondos, etc., así tratan, ahora, la gran
prensa burguesa y sus aliados menores, los periódicos socialistas y stalinistas,
de explicar los acontecimientos del 17 y 18 en iguales o parecidos términos. Con
una variante: comparan la huelga a favor de Perón con las movilizaciones
populares de Hitler y Mussolini. Identificar el nacionalismo de un país
semicolonial con el de un país imperialista es una verdadera ‘proeza’ teórica
que no merece siquiera ser tratada seriamente... La verdad es que Perón, al
igual que antes Yrigoyen, da una expresion débil, inestable y en el fondo
traicionera, pero expresión al fin, a los intereses nacionales del pueblo
argentino. Al gritar ¡Viva Perón!, el proletariado expresa su repudio a los
partidos pseudo-obreros cuyos principales esfuerzos en los últimos años
estuvieron orientados en el sentido de empujar al país a la carnicería
imperialista. Perón se les aparece, entre otras cosas, como el representante de
una fuerza que resistió larga y obstinadamente esos intentos y como el patriota
que procura defender al pueblo argentino de sus explotadores imperialistas. Ve
que los más abiertos y declarados enemigos del coronel lo constituyen la cáfila
de explotadores que querían enriquecerse vendiéndole al imperialismo
angloyanqui, junto con la carne de sus novillos, la sangre del pueblo
argentino... Aquellos que desconocen el sentido y la importancia de las tareas
nacionales en nuestra revolución están incapacitados para comprender estos
acontecimientos: en general, están incapacitados para comprender nada. Los que
se engañaron tomando la movilización de estudiantes, burgueses y damas
perfumadas (del 19 de setiembre) por los preludios de la ‘revolución’, juzgan a
la huelga general de l7 y 18 de octubre como una especie de aberración que echa
al suelo todas sus teorías. La aberración estaría, en todo caso, en que
individuos que se denominan a sí mismos marxistas, se pongan del lado del
imperialismo en sus escaramuzas con algunos sectores de nuestra burguesía
semicolonial... Por primera vez, en muchos años, la clase obrera ha salido a la
calle y ha influido de manera importante en el curso político del país...Las
grandes masas explotadas se están poniendo de nuevo en movimiento". Grupo
"Frente Obrero"94.
"...Es impresión generalizada que a menos que la oposición reaccione
rápidamente, el apoyo popular a Perón crecerá como una bola de nieve
permitiéndole competir electoralmente, como candidato del pueblo, con mejores
posibilidades de las que se le asignaban hasta ahora... La rehabilitación de
Perón se hará sentir en los países vecinos. ..Esto ha fortalecido la posibilidad
de formación de un bloque de dictaduras en América del Sur, amigo de Rusia y
hostil hacia los Estados Unidos" Embajada de los Estados Unidos95.
El mismo 17 de octubre, La Nación publica un telegrama donde "la opinión
democrática argentina coincide con la posición de Mr. Braden respecto al
problema de la libertad en América y desea expresar que consideraría como una
actitud amistosa para nuestro pueblo y nuestra democracia su confirmación como
secretario de Estado adjunto para los asuntos latinoamericanos. Comunicación
cursada al Dto. de Estado de los Estados Unidos. Firman: Victoria Ocampo, Adela
Grondona, Ana R. Schliepper de Martínez Guerrero, Juan Antonio Solari, Sara
Alvarez de Ezcurra, Alejandro Ceballos, Raúl Monsegur, Bernardo Houssay y
Mariana Sáenz Valiente de Grondona96.
Después del 17 : "Matar a Perón"
Producido
el 17 de octubre, las fuerzas políticas antagónicas se aprestan a la campaña
electoral con vistas a las elecciones de febrero de 1946. El 23 de octubre, el
grupo más consecuente de sindicalistas que han apoyado al coronel organizan el
Partido Laborista. Como presidente de la nueva agrupación es designado Luis F.
Gay, del gremio telefónico. Por su parte, también se organiza la Junta
Renovadora Radical, en la cual participa el sector más popular del radicalismo,
cuyas principales figuras son Armando Antille y Hortensio Quijano. FORJA, por su
parte, se disuelve para dar libertad a sus integrantes . Se gesta, asimismo, un
partido Independiente, al cual aportan sus esfuerzos algunos nacionalistas , así
como Centros Cívicos- algunos organizados por Eduardo Colom- y otras fuerzas que
siguen la orientación de Filomeno Velazco. En estas agrupaciones sustenta el
coronel su campaña electoral.
En noviembre queda organizada la Unión Democrática, alianza de los partidos
Radical, Socialista, Demócrata Progresista y Comunista, que lleva una fórmula
integrada por dos hombres del Radicalismo y cuenta con el apoyo de las fuerzas
conservadoras, aunque éstas no integran formalmente la coalición. En esos días,
la Iglesia Católica emite una pastoral que implícitamente significa un aval al
coronel Perón pues prohíbe a sus fieles que voten por partidos en cuya
plataforma electoral figuren el divorcio, la enseñanza laica o la separación de
la Iglesia y el Estado.
En esos fines del año 45, las fuerzas reaccionarias se movilizan para
obstaculizar el camino de Perón hacia el poder. Desde Estados Unidos, Braden
continúa su lucha: "...Los nazis no han sido eliminados todavía... Acabo de
presenciar el sufrimiento de una gran nación... He visto a un pueblo brutalmente
escarnecido por alguien que se titula salvador, apoyado por una camarilla que
remeda a su prototipo europeo... Los nazis europeos subyugaron a su propio
pueblo antes de que intentaran someter a sus vecinos. No se debe permitir que la
historia se repita"97. En esta misma línea, el 22 de noviembre, el canciller
uruguayo Eduardo Rodríguez Larreta lanza una propuesta al resto de países
latinoamericanos, propiciando, en base a las Actas de Chapultepec, "una
cualquiera o todas las medidas colectivas previstas", que deben ser "usadas
legítimamente contra un régimen americano totalitario que no haga honor a sus
compromisos internacionales y niegue los derechos básicos a sus ciudadanos".
Argumenta que ello no violaría el "principio de no intervención" porque no es
posible que "ese principio de no intervención sea un escudo tras el cual puedan
perpetrarse delitos, se viole la ley, se dé acogida a agentes del Eje y se
eludan compromisos obligatorios"98. El Departamento de Estado norteamericano da
inmediato apoyo, pero nueve países americanos se manifiestan en contra, por lo
cual el intento se frustra.
Cartel de las elecciones del
24 de febrero de 1946
El 8 de diciembre, la Unión
Democrática lanza su campaña electoral en el barrio del Congreso. Los oradores
centran sus críticas al nazifascismo que encarnaría Perón. Tanto en este acto,
como en otros desarrollados pocos días después, se producen graves
enfrentamientos entre los militantes "democráticos" y peronistas. Con gran
beneplácito, informa, desde la embajada yanqui, el agregado cultural Mr.
Griffith: "La jornada del 8 ha servido para demostrar que la oposición comienza
a mostrar las uñas...Hasta ahora trataron de contener pacíficamente a los
peronistas... Ahora saben que la consigna es tirar primero"99. Agrega Griffith
que "el acto de Congreso fue de 200.000 personas" , pero no se halla del todo
satisfecho porque "faltó la nota emotiva, romántica o heroica que pusiera a
muchos afiliados en la obligación de ir"100. ¿A qué heroísmo se refiere el
agregado cultural de la embajada? El mismo lo aclara, líneas después, planteando
lisa y llanamente el asesinato político: " Hasta ahora dos técnicos opositores
han rechazado el recurso del crimen político, por inconveniente, por
desventajoso y porque trae como consecuencia violentas represiones y luctuosos
desquites. Pero la verdad es que muchos piensan y plantean el asesinato de
Perón. Esto es difícil, pero no imposible, ya que se podría atentar contra su
vida desde alguna ventana de la Avenida 9 de julio. De ahí las dudas y la
inseguridad de que Perón hable el día 14"101.
La concentración peronista se realiza, sin embargo, frente a Cerrito 366 desde
donde habla Perón. Según Fermín Chávez, ese día se incorpora el bombo al
folklore peronista y también ese día, Perón se quita el saco y declara: "No nos
deshonramos por ser descamisados..Nos deshonraríamos por ser fraudulentos,
ladrones o pillos... Es para nosotros un honor tener un corazón bien puesto
debajo de una camisa y no debajo de una chaqueta lujosa"102.
El 20 de diciembre , el gobierno lanza el decreto 33.302 que estatuye el sueldo
anual complementario. La patronal reacciona declarando la inconstitucionalidad
de la medida y declara, como repudio, un lock out, en todo el país, desde al 14
al 16 de enero. Diversas solicitadas impugnan la medida, entre ellas una del
Consejo Directivo de la Industria Azucarera. También el Partido Comunista se
manifiesta en contra por "tratarse de una medida demagógica... de neto corte
fascista, que quiere servir los planes demagógicos del continuismo
nazifascista"103. En idéntico sentido se expresa Codovilla en el Congreso
partidario del 22 al 25 de diciembre planteando la necesidad de combatir "al
nazi peronismo para abrir una era era de libertad y progreso". Allí deposita
también su esperanza en que el imperialismo se ocupará de dar a los argentinos
esa "libertad" y ese "progreso": "Creo que se puede afirmar que si el peronismo
se atreviera a desatar la guerra civil, no contará en el plano internacional con
el apoyo con que contó Franco cuando la desencadenó en España. Es otra época.
Aún en el caso problemático de que los peronistas consiguieran triunfar, las
Naciones Unidas y su organismo de Seguridad Mundial contra la agresión, no
permitirán que se consolide en nuestro país una cabecera de puente del
nazifascismo que podría convertirse en un foco de guerra de agresión en el
continente... y pondría en peligro la estabilidad de la paz en el mundo"104.
Esta idea de la posible intervención
extranjera recorre todo el espectro político, desde la izquierda a la derecha.
Para la misma época, Roberto Levillier le reclama a Braden que publique un
documento de denuncia de las vinculaciones del actual elenco gobernante con el
nazismo y su divulgación en toda América. "El problema- sostiene Levillier- no
es interno de la Argentina sino internacional", pues un posible gobierno
peronista constituiría "un riesgo de imperialismo y una vibración extremista en
lo social" mientras que "la entronización de los descamisados sería, por otro
lado, la decadencia de nuestra cultura y un descenso a un nivel de vulgaridad y
materialismo imprevisibles". En conclusión sostiene que "es necesario que los
países amantes de la paz formen un plan de acción pues no se trata de fascismo o
democracia teórica , sino de paz o de guerra imperialista". En la última parte
de este documento, Levillier evidencia que no sólo le preocupa el destino de su
patria y el de la humanidad, sino también el suyo propio, especialmente en el
terreno de los negocios: "Le ruego atienda a mi amigo Marcelo Moyano... El y yo
pertenecemos a una sociedad que desea vender a una compañía de navegación dos
cargueros estadounidenses"105. Braden contesta señalando que "desgraciadamente,
la continuada y ciega adhesión a viejos conceptos de soberanía nacional e
interpretaciones técnicas de la doctrina de no intervención , motivan que sean
trabados los esfuerzos de quienes consideran que una acción colectiva es
urgentemente necesitaría si, realmente, deseamos vivir en un mundo pacífico y
seguro"106. Luna señala que "entre diciembre y enero, en ciertos círculos
opositores, empezó a correr un insólito susurro. Se daba como posible una
intervención armada de Estados Unidos en la Argentina que habría de liquidar
rápida y eficazmente al régimen de Farrell"107.
Pero,
en el Departamento de Estado no existe criterio unánime al respecto. La posición
intervencionista de Braden es controvertida por otros funcionarios que
consideran que, en ese caso, el prestigio de Perón aumentaría notablemente en
varios países latinoamericanos, con el consiguiente peligro y que, en cambio,
resulta preferible apoyar a los opositores. Mientras, en la Argentina, el furor
antiperonista aniquila los escrúpulos patrióticos de intelectuales y políticos.
Así, el 8 de enero, un grupo de políticos y escritores de nuestro país se dirige
a la Primera Asamblea General de las Naciones Unidas sosteniendo que "no es
posible invocar el principio de no intervención" contra "la solidaridad
democrática" y "que ninguna norma jurídica debe obstar a la extirpación del
nazifascismo, ni servir, en caso alguno, a los opresores de los pueblos" .
Firman: Borges, Bioy Casares, las hermanas Ocampo, Romero Brest, Petit de Murat,
Gerchunoff, Repetto, Sánchez Viamonte, Dickmann, Luciano Molinas, Perete, Peter
y Chiaranti108.
Diez días después, se formula -ahora más descarnadamente aún- otro pedido de
intervención: Gregorio Bergman, intelectual ligado al Partido Comunista, en
representación de la Liga Internacional por los Derechos del Hombre, "presentó a
las Naciones Unidas un memorial en que sostiene que las Naciones Unidas no deben
permitir la repetición de tales situaciones como la intervención nazifascita en
España"109. "La Razón" informa que Bergman ha declarado que "en la Argentina se
hallan en el poder elementos nazifascistas" y que "Perón permanecerá en el poder
a menos que se produzca una intervención. Ellos no se dejarán vencer sin
violencia... La carta de las Naciones Unidas autoriza a la ONU a detener al
nazifascismo y los artículos 10,11 y 14 dan poderes a la Asamblea para resolver
el caso argentino y le permiten discutir los medios para extirpar al nazismo -en
este caso, de la Argentina- aún por medio de la fuerza militar.. Bergman destacó
que representaba a la Liga Internacional por los Derechos del Hombre y no a
ningún partido. En el memorial presentado pregunta: "¿Es posible que no se tome
una acción oportuna y previsora a tiempo para prevenir una agresión potencial e
inminente?"110.
En ese verano de 1946, los candidatos presidenciales desarrollan giras por el
interior del país .La Unión Democrática ha consagrado a dos hombres de la
derecha radical: Tamborini y Mosca. Los radicales intransigentes manifiestan su
desacuerdo con los dirigentes elegidos, mientras socialistas, demoprogresistas y
comunistas asumen la fórmula como propia, manteniendo sus candidatos a
diputados. Los conservadores apoyarán la fórmula aunque no integran la Unidad
Democrática, al ser rechazados por los radicales. Curiosamente, salen en su
defensa , los dirigentes del partido Comunista: "La ausencia del sector
conservador es una de las más considerables debilidades de la Unión Democrática-
señala Arnedo Alvarez, alto dirigente stalinista- El partido conservador es una
fuerza seria que ha gobernado al país durante muchos años y que cuenta con
sectores importantes, en muchos lugares del país... Consideramos necesario
incorporar a todas las fuerzas antiperonistas en el gran frente antiperonista de
la democracia argentina"111. Por su parte, laboristas y radicales renovadores
impulsan al binomio Perón- Quijano.
En esa campaña, la prensa- salvo "La Epoca" y algún otro diario de escaso
tiraje- apoya totalmente a la Unión Democrática. Sólo la radio difunde la voz
del coronel. La prensa extranjera, por su parte, adopta una militante posición
antiperonista. J. Page, en su biografía de Perón, ataca duramente el
comportamiento de la prensa norteamericana por la utilización de muy bajos
recursos, pues califica a Perón como "hitler sudamericano" e incluso recurre a
trampear fotografías para adjudicarle rasgos de "pervertido sexual"112. Con
relación a los fondos empleados en la campaña electoral, resulta notorio que la
Unión Democrática dispone de una importante financiación, expresada en afiches,
viajes y actos ,mientras que en general la campaña peronista se caracteriza por
su modestia recurriendo a menudo a los métodos más populares del carbón y la
tiza. En este aspecto, estalla un escándalo cuando el presidente de la Unión
Industrial -Raúl Lamuraglia- entrega dos cheques -que suman 500.000 pesos- al
Tesorero de la Unión Cívica Radical que, al ser depositados para su acreditación
en un Banco, pasan por manos de un militante peronista quien lo hace público,
con la consiguiente reacción popular que en más de un acto cantará "che-que",
"cheque", aludiendo a este aporte empresario.
En febrero, ante alarmantes
versiones de que Perón ganaría las elecciones, el Departamento de Estado decide
jugar fuerte en la campaña electoral de la Argentina. Para ello, lanza un
documento titulado "Consultas entre las repúblicas americanas sobre la situación
de la Argentina", que pasará a la historia como " Libro Azul". En ese informe se
intenta probar el carácter nazifascista del gobierno argentino, así como el
peligro que implica su consolidación. El propósito es lograr la condena del
resto de los países latinoamericanos o por lo menos, de los más importantes,
probablemente como paso inmediato a la intervención militar en el caso del
triunfo peronista. Su aparición -el 11 de febrero, trece días antes de las
elecciones- es saludada por la prensa yanqui con titulares tipo catástrofe:
"Argentina acusada. La negra perfidia de la patota fascista de Perón -informa el
"New York Times"- y toda su traición desenmascarada por nuestro Departamento de
Estado"113. "Time" publica: "La Argentina fue acusada prácticamente de todos los
crímenes contra la democracia. La grave acusación fue expresada en un lenguaje
que ninguna nación utiliza normalmente a no ser que esté dispuesta a hacer la
guerra"114.
La aparición del Libro Azul provoca entusiasmo en la oposición antiperonista y
sus argumentos son profusamente utilizados por ella. Un alto dirigente radical,
Eduardo Laurencena, le agradece al imperialismo yanqui: "El libro Azul no sólo
no es una ingerencia en nuestra política sino que es un gesto amistoso y lleno
de consideración para el pueblo argentino"115. Cabot, desde la embajada, informa
al Departamento de Estado , "la gran satisfacción de la gran mayoría de la gente
con la cual la embajada tiene contacto"116. Escudé señala que la diplomacia
británica lo consideró un documento muy tendencioso, con escasa o nula
documentación probatoria117. Las denuncias - enarboladas en la polémica por los
partidos de la Unión Democrática- resultan muy débiles para un criterio
riguroso, de manera tal que Estados Unidos no logra la pretendida declaración
conjunta latinoamericana: "Brasil, Chile, Méjico y Ecuador rechazaron el libro
Azul"118. Diez días después, Perón refuta ese documento con otro que
sugestivamente titula "el libro Azul y Blanco", ratificando así la defensa de la
soberanía argentina. Sostiene Perón que la mayor parte de las denuncias
corresponden al gobierno de Castillo, el cual fue precisamente derrocado por el
gobierno juniano, descalifica algunas de las imputaciones como "meros infundios"
y agrega un apéndice donde diversas personas imputadas rechazan los cargos por
faltos de toda veracidad. Asimismo, en el discurso pronunciado frente al
obelisco, al día siguiente de la aparición del libro Azul, Perón convierte esa
intervención insólita del Departamento de Estado en la campaña electoral
argentina, en un instrumento de reafirmación nacional contra el imperialismo:
"Lo que en el fondo del drama argentino se debate es un campeonato entre la
justicia y la injusticia social... Hermanos, con pensamiento criollo, con
sentimiento criollo y valor criollo, estamos abriendo el surco y sembrando la
semilla de una patria libre, que no admite regateos de su soberanía... pues
queremos que nuestra patria sea socialmente justa y políticamente soberana...
¡Denuncio al pueblo de mi patria que el señor Braden es el inspirador, creador,
organizador y jefe verdadero de la Unión Democrática! La disyuntiva en esta hora
trascendental, es ésta: Braden o Perón119.
El 22 de febrero se cierran las campañas. Tamborini se expresa en estos
términos: "Dijérase que una deidad sombría se ha entretenido en destruir en tres
años la obra de nuestros mayores...He de ser, antes que nada, el presidente de
la Constitución nacional" y dirigiéndose a la concentración partidaria: "Sóis
los dignos herederos de las glorias antiguas. Descansad un instante a la sombra
protectora de la bandera de la patria"120. Perón se dirige a los trabajadores:
"...Si el patrón de la estancia, como han prometido algunos, le cierra las
tranqueras, rompa el candado o la tranquera o corte el alambrado y pase a
cumplir con la patria. Si el patrón lo lleva a votar, acepte y luego haga su
voluntad en el cuarto oscuro...No ceda ante nada. Desconfíe de todo...Estos
comicios han de ser limpios y puros...Que la pureza, la justicia y la rectitud
actúen porque, de lo contrario, no habrá valla que nos detenga"121.
El 24, el pueblo concurre a las urnas. El escrutinio es lento y recién culmina
el 6 de abril: Perón - Quijano 1.527.231 votos; Tamborini - Mosca 1.207.155
votos. El peronismo alcanza, además, amplia mayoría en las cámaras de Diputados
y Senadores.
El historiador norteamericano Hubert Herring escribe, pocos meses después:
"Tenemos una Argentina obstinadamente fuera de alcance, es decir, una Argentina
que no va a permitir que le elijamos su presidente"122. J. Page comentará luego:
"Para los Estados Unidos, la victoria de Perón fue una píldora difícil de tragar
porque hacía resaltar las limitaciones de la habilidad de Washington para
controlar los acontecimientos en América Latina"123.
1 J.Van der Kar, "Perón y los Estados Unidos", edit. Vinciguerra, Bs. As., 1990,
pág . 119
2 Bill de Caledonia, seudónimo de J.D. Perón, "¿Dónde estuvo? Relatos históricos
del 17/10/45", Instituto Nac. J. D. Perón, Bs. As., 1998,pág. 8 pág. 22
3 Bill de Caledonia, ob. cit., pág 9
4 J. D. Perón, "Yo, Juan D. Perón. Relato autobiográfico. Edit. Planeta,
Barcelona, España, 1976, pág. 59
5 Crítica, 10/10/45. Rodolfo Puiggros, "El Peronismo: sus causas", Puntosur, Bs.
As., 1988, pág. 173
6 Félix Luna, "El 45", edit. Jorge Alvarez, Bs. As., 1969, pág. 292
7 Fermín Chavez, "Perón y el peronismo en lahistoria contemporánea", edit.
Oiente, 1984, pág. 291
8 Juan Carlos Torre, "El 17 de octubre de 1945", edit. Ariel, pág. 48
9 J.D. Perón, 10/10/45. El pueblo ya sabe de que se trató", páag. 182
10 "Perón, el hombre del destino", edit. Abril, Bs. As., 1973, pág. 280
11 F. Chavez, "Perón y el peronismo..", ob. cit. Pág. 280
12 "Perón, el hombre...." ob. cit., pág, , 293
13 "La Razón", 10/10/45
14 Arturo Jauretche en "Jauretche y su época", de Norberto Galasso, Edit. Peña
Lillo, Bs . As., 1985, pág. 603
15 ídem
16 ídem
17
Fermín Chávez, ob. cit., tomo II, pág. 15
18 F. Luna, ob. cit, pág. 309
19 "La Prensa", 13/10/45
20 Armando Cascella, "La traición de la oligarquía",Edit. Sudestada, Bs. As.,
1969, pág. 220
21 Rodolfo Aráoz Alfaro, "El recuerdo y las cárceles", Edic. de la Flor, Bs.
As., 1967, pág 143
22 A. Cascella, ob. cit. Pág. 222
23 A. Cascella, ob. cit., pág. 222
24 Juan José Real, "La Opinión", 17/10/71
25 María Rosa Oliver, "MI fe en el hombre", Edic. Carlos Lohlé, Bs As, 1981, pág
. 338
26 F. Luna, ob. cit., pág 312
27 Crítica",13/10/45. F. Luna, ob. cit. , "La Prensa" informa: "Se ha destruido
un nuevo personalismo"
28 F. Luna, ob. cit., pág. 321
29 "La Epoca", 14/10/45
30 F. Luna, ob. cit., pág 416
31 "La Epoca", 14/10/45
32 "La Epoca",14/10/45
33 R. Puiggros, ob. cit. ,pág. 178
34 R. Ghioldi, "Tres revoluciones", edit. E. Perrot, Bs-. As., 1959, pág 73
35 F. Luna , ob. cit., pág . 418
36 J. D. Perón,14/10/45, F. Luna, ob. cit. Págs. 419/20/21
37 "Perón, el hombre...", ob. cit.,págs. 281 y sigtes.
38 ídem)
39 El hombre 283
40 Cabot al Dto de Estado, 15/10/45, citado por J. Page, "Perón", edit. Vergara,
Bs. As., 1984, pág. 151
41 "Perón, el hombre...", ob. cit., pág. 288
42 Fermín Chávez, ob. cit., Tomo II, pág . 29
43 "La Epoca", 16/10/45
44 J. C. Torre, ob. cit., pág. 56
45 "La epoca", 16/10/45
46 "La Epoca", 16/10/45
47 F. Chávez, ob. cit., pág. 37
48 Fermín Chávez, ob. cit. , pág. 38
49 Jauretche y su época, pág. 608
50 Tapa de "La Epoca", 16/10/45
51 "La Epoca", 16/10/45, pág. 2
52 J.C. Torre, ob. cit., pág. 69
53 "La Prensa", 17/10/45
54 "La Nación", 17/10/45
55 Bill de caledonia, ob. cit., pág. 12
56 Actas de la reunión, revista "Pasado y presente", julio/diciembre 1973
57 "La Epoca", 17/10/45
58 "La Epoca", 17/10/45
59 F. Chávez, ob. cit. , pág. 51
60 Angel Perelman, "como hicimosel 17 de octubre", edit. Coyoacán, Bs . As.,
1962, pág. 75/76
61 Cipriano Reyes "Yo hice el 17 de octubre", edit. GS, Bs. As., 1973, págs. 228
y 230
62 Eduardo Barainca, revista "Realidad económica", N 135, octubre/noviembre
1995, pág 101
63 Hugo Gambini, "Primera Plana", 19/10/65
64 Borges, declaraciones a la revista "Che", 18/10/60
65 F. Chávez, ob. cit. ,pág. 54
66 Raúl Tanco, F. Chavez, ob. cit., pág. 54
67 F. Chavez, ob. cit., pág. 55
68 F. Chavez, ob. cit., pág. 54
El embajador
norteamericano Spruille Braden en una fotografía de 1946 y afiches de la campaña
peronista
69 J. D. Perón, "Perón, el hombre...", ob. cit.,
pág. 297
70 "Perón, el hombre...", ob. cit. , pág. 297
71 "Perón, el hombre..", ob. cit., pág. 297
72 "La Razón" 17/10/45
73 "La Razón", 17/10/45
74 "Crítica" 17/10/45
75 J. D. Perón, "Perón, el hombre...", ob. cit., pág. 299
76 F. Luna, ob. cit., pág. 247
77 Farell, E. J. En "Perón, el hombre del destino, ob. cit., tomo I, pág. 300
78 F. Luna, ob. cit., pág. 427
79 F. Luna, ob. cit., pág. 370
80 "El Mundo", 17/10/65
81 "Claves políticas", COMPLETAR pág 83
82 "La Prensa", 25/10/45
83 E. Hardoy. "No he vivido en vano", Edit. Marymar, Bs. As., 1993, pág. 209 y
215
84 "La Vanguardia", órgano del Partido Socialista, 23/10/45
85 "Frente Proletario", órgano del grupo orientado por Nahuel Moreno, 20/8/48
86 R. S. Ortiz, "Tierra sin nada, tierra de profetas, Edit. Reconquista, Bs As.,
pág. 33
87 A. Ghioldi, revista "Che", 18/10/60
88 J. A. Ramos, "Perón", edic. Amerindia, Bs. As., 1959
89 M. R. Oliver, "Mi fe en el hombre", Edic. Carlos Lohlé, Bs.As., 1981, pág.
343
90 Revista "Macedonio", 1970
91 Memorias del alte. I.F. Rojas, Planeta, Bs. As., 1993, pág. 140
92 Citado por R. Puiggros, "El peronismo: sus causas", ob. cit., pág 182
93 "Orientación", periódico del Partido Comunista., citado por F. Luna, ob. cit.
,pág 380
94 Periódico "Frente Obrero", 29/10/45
95 J. Van der Karr , ob. cit., pág. 125/6
96 "La Nación", 17/10/45
97 O. Edmund Smith Jr., "Intervención yanqui en la Argentina", editorial
Palestra, Bs. As., 1965, pág . 178
98 O. E. Smith, ob. cit, pág. 180
99 L. Monzalvo, ob. cit., carta de Griffith a Cabot, pág 215
100 L. Monzalvo, ob. cit. , ídem
101 L. Monzalvo, ob. cit., pág. 216
102 L. Monzalvo, ob. cit., pág. 219)
103 Fermín Chávez, ob. cit. , tomo II, pág. 89
104 V. Codovilla, "Batir al naziperonismo para abrir una era de libertad y
progreso", edit. Anteo, bs. As.1946, pág. 93
105 Leviller a Braden, 23/12/45, "La Unión Democrática contra la soberanía de la
Nación Argentina", folleto, pág. 8
106 Braden a Levillier, 10/1/46, folleto, ídem.
107 F.Luna, ob. cit., pág. 468/69
108 F. Chávez, ob. cit., pág. 90, "La Nación", 8/1/46
109 "La Prensa", 19/1/46
110 "La Razón", 19/1/46
111 "Orientación", Arnedo Alvarez, 26/12/45
112 J. Page. Ob. cit., pág. 178
113 C. Escudé, ob. cit., pág. 190
114 C. Escudé, ob. cit. , ídem
115 E.Laurencena, F. Luna, ob. cit., pág. 471
116 J. Page, 25/2/46, ob. cit., pág.180
117 C. Escudé, ob. cit., pág. 193
118 C. Escudé, ob. cit., pág. 194
119 J.D.Perón, "Perón, el hombre...", ob. cit., 99/101
120 José Tamborini, su discurso. "Opinión Argentina", enero febrero 1946
121 "El laborista", 24/2/46
122 J. Page, ob. cit., pág. 185
123 J. Page, ob. cit., pág. 185
"Darwin Passaponti murió a los 17 años, en una jornada destinada a quedar en la
historia de la Argentina. Sin embargo, quien no consiguió quedar en la historia
fue él", afirma Daniel Gutman (1).
Esto es cierto, pero sólo en un 50 por ciento. Porque hay que preguntarse: ¿en
cuál historia? ¿La escrita por quiénes? ¿La que se dirige a qué clase de
público?
Gutman tiene razón en parte porque seguramente se refiere a la historia
"oficial", iniciada por Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento, continuada
por la Academia Nacional y mantenida hasta hoy por pensadores liberales. La que
aún se programa en el ministerio de Educación y se enseña en las escuelas
primarias y colegios secundarios. La que se repite en los suplementos
dominicales de los principales diarios. La que reaparece de manera continua en
frívolos best sellers.
Esta historia reivindica a patriotas
como San Martín, Manuel Belgrano, Mariano Moreno y muchos otros como próceres
inmaculados para figurar en bustos de bronce y recordar en fechas patrias. Antes
de morir, el sargento Cabral exclama: "¡Muero contento! ¡Hemos batido al
enemigo!". Lavalle es "víctima". Urquiza, vencedor en Caseros, pone fin a la
"tiranía" de Rosas. Camila O´Gorman y el sacerdote Ladislao Gutiérrez
protagonizan una "trágica historia de amor". Sarmiento es "el padre del aula y
maestro inmortal". Y así, la Academia Nacional de Historia se continúa en
Billiken.
Pero hay otra historia argentina que
corre paralela y no se une con esta otra ni siquiera en el infinito. No dispone
de canales de divulgación masivos, ni cuenta con el favor de los sellos
editoriales, ni logra un espacio en los medios de comunicación impresos y
electrónicos. Esta historia se puede definir de muchas maneras: nacionalista,
revisionista, peronista, políticamente incorrecta, alternativa... O como
múltiples combinaciones de esos elementos. A pesar de las limitaciones, cuenta
con sus autores, seguidores y foros de debate. Tiene tanto peso como la otra, la
"oficial" y estática. Y a diferencia de ésta, interactúa. Su principal vehículo
de transmisión es internet.
"El siglo XX terminó en noviembre de 1989, con la caída del muro de Berlín, y el
siglo XXI comenzó en 1993, con la primera difusión en gran escala de internet",
dice el sociólogo francés Alain de Benoist. "Internet es una red cuya
circunferencia está en todas partes y cuyo centro no se halla en ninguna parte"
(2). Para quienes carecen de rotativas, emisoras de radio y estaciones de
televisión, la herramienta es la web.
Arribo y declaraciones
(en inglés) del embajador norteamericano Braden y escenas de la
"Marcha de la constitución y la libertad" el 17 de septiembre
de1945. Fragmento de noticiero (National Archives and Records
Administration. Motion Picture Films from "United News" Newsreels,
compiled 1942-1945).
El contenido lo dicta la memoria, la lucha contra la distorsión, la pelea contra
el olvido. Y así, como resultado de la memoria tenaz de los que no tienen vías
de expresión convencionales es que el nombre de Darwin Passaponti "quedó en la
historia" aunque no lo mencionen los multimedios. Y en esa historia
nacionalista, revisionista, peronista y "políticamente incorrecta" ese nombre no
es una diminuta nota de pie de página, sino que figura con letras destacadas.
"Nosotros disparamos y murió un pibe nacionalista"
El 17 de octubre de 1945 marca el nacimiento del peronismo. A la una de la
mañana del 18, cuando termina la concentración en la Plaza de Mayo,
manifestantes encabezados por jóvenes de la Alianza Libertadora Nacionalista
(ALN) marchan en dirección al edificio del diario Crítica, en Avenida de Mayo
1333. El periódico dirigido por Natalio Botana había manifestado la tarde
anterior que Perón era un "mito fascista". Además, había publicado en primera
plana una fotografía de cinco personas que cruzaban la avenida 9 de Julio:
"Estas son las huestes del coronel Perón", decía el título. La foto, tomada en
la mañana temprano desde la terraza de un edificio de varios pisos, intentaba
transmitir la imagen de una gran vía vacía en la que apenas se veía un minúsculo
grupo de personas.
Los muchachos peronistas, exaltados, lanzan piedras y rompen los vidrios de las
ventanas. Desde la terraza, los pistoleros de Botana disparan sus armas.
Parapetados detrás de árboles y las mesas de un bar, algunos militantes de la
Alianza responden al fuego. El tiroteo dura hasta las tres de la mañana. Cuando
todo termina, en la calle quedan cincuenta heridos y dos muertos.
Darwin Passaponti recibe un balazo en la cabeza. Tiene 17 años y es alumno del
Colegio Normal Mariano Acosta, donde era delegado de la Unión Nacionalista de
Estudiantes Secundarios (UNES). En la solapa de su saco exhibe la insignia de la
Alianza Libertadora Nacionalista: un cóndor con las alas desplegadas sobre una
pluma y un martillo. Lo llevan al Hospital Durand, pero los médicos no pueden
hacer nada. El recién nacido movimiento político aún no daba sus primeros pasos
y ya tenía su primera víctima. Más aún: su primer mártir. El otro muerto se
llamaba Francisco Ramos, tenía 21 años y también era aliancista. No hay más
datos acerca de él.
El periodista Jorge Chinetti estaba en el diario aquel día. Muchos años después
le relató a Álvaro Abós que "cuando terminó el acto en el que Perón fuera
repuesto en el gobierno, de la Plaza de Mayo se desprendió una columna de la
Alianza Nacionalista. Entonces vinieron a Crítica y como estaba la puerta
cerrada, juntaron en el frente una pila de sillas y de mesas de los cafés de la
cuadra, y le prendieron fuego e hicieron una inmensa hoguera. El fuego empezó a
tomar los cortinados de los pisos de arriba. Entonces, sacamos las mangueras por
la ventana, para apagarlo. Ahí los aliancistas, que estaban armados, nos
empezaron a disparar. También un pelotón de la policía montada se sumó a los
atacantes, los hicieron subir con las carabinas y tirar contra el diario, que,
dirigido por [Raúl] Damonte Taborda, era antiperonista hasta esa fecha. Al final
nosotros disparamos, y murió un pibe nacionalista, Darwin Passaponti; desde
entonces todos los años iban para esa fecha, tiraban piedras y gritaban 'Darwin
Passaponti presente' y hacían el saludo fascista" (3).
A la vera de los caminos
Darwin Passaponti nace el primero de noviembre de 1927, en Zenón Pereyra, un
pueblo de Santa Fe fundado en 1887. Su madre es Cándida Quiroga, entrerriana y
ferviente católica. Su padre, Trento Passaponti, es farmacéutico, escritor y
anarquista. Entre sus obras se cuentan la pieza teatral La hora incierta, de
1938, y la novela La Chacra del Mangrullo, publicada en la década del 40. Los
dos se habían conocido en la Universidad de Tucumán. No muchas mujeres llegaban
a ese nivel de estudios en aquellos tiempos. Y a las que llegaban se las
consideraba "de avanzada" (4).
En La Chacra del Mangrullo, Trento Passaponti expresa su amor y el de toda su
familia por el campo -también tenía dos hijas, mayores que Darwin- y describe
las luchas sociales de la época. "Está cubierto el suelo argentino, a lo largo
de sus líneas férreas. Son los apellidos de accionistas ingleses a quienes les
correspondió la regalía de una legua de campo a cada lado de los ferrocarriles.
Nuestros gobiernos, con un sentido nacionalista muy personal, dejaron en las
manos de esos pioneros la tierra pampa que aún no se recuadraba en chacras de
agricultores gringos".
Y más adelante, agrega: "No fue el gringo cocoliche y pizzero quien aventó al
gaucho a la vera de los caminos. No fue la insensibilidad de nuestros gobiernos,
frente a la inicua explotación que de ese sector nativo hizo nuestra oligarquía
patricia. Los enormes feudos en manos de las llamadas 200 familias dedicadas a
la explotación ganadera, tenían un puestero, cubriendo miles de hectáreas; su
vivienda era un rancho miserable, su paga ni siquiera se expresaba en jornal"
(5).
Cuando el hijo varón tiene seis años, una mala racha económica impulsa a la
familia Passaponti Quiroga a mudarse a Buenos Aires, donde se instalan en el
barrio de Caballito. Abren una farmacia y viven en la parte trasera. Ya
adolescente, Darwin hace planes para ingresar a la Marina. Y es entonces cuando
se siente atraído por las banderas de combate de la UNES y la ALN.
Los postulados de lucha
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La UNES había sido fundada el 5 de
junio de 1935 por Juan Enrique Ramón Queraltó, hijo de un comerciante español
importador de juguetes. La organización estudiantil era un ala de la Legión
Cívica, grupo paramilitar surgido por un decreto del general José Félix Uriburu
en mayo de 1931. Ya entonces publicaba un irregular periódico llamado Tacuara.
Seis años después, Queraltó crea la Alianza de la Juventud Nacionalista (AJN).
El Primero de Mayo de 1938, la AJN compite con partidos y sindicatos
anarquistas, socialistas y comunistas en la celebración del Día del Trabajo. En
1941, tiene once mil cotizantes (ocho mil hombres y tres mil mujeres),
mayoritariamente concentrados en la ciudad de Buenos Aires.
Los Postulados de nuestra lucha, programa de la organización, impulsaba la
creación de un Estado corporativo, la implantación del catolicismo como religión
oficial y la disolución de todos los partidos políticos. Hasta ahí, la propuesta
no se diferencia del nacionalismo tradicional de los "niños bien". Sin embargo,
en lo económico postula limitar la propiedad privada, colocar a los grandes
capitales bajo el control federal para que el Estado "evite que el egoísmo
individual lesione las conveniencias generales", y nacionalizar el petróleo y
los servicios públicos. A pesar de su anticomunismo, el programa incluye una
especie de reforma agraria, a través de la división en parcelas de los
latifundios y las tierras fiscales, para que "quienes posean la tierra puedan
trabajarla y quienes trabajen las tierras puedan poseerla". Además, también a
diferencia del nacionalismo aristocratizante, plantea el acercamiento a otros
pueblos de América latina.
En mayo de 1943 toma el nombre de Alianza Libertadora Nacionalista (ALN) y poco
después posee un local en la esquina de Corrientes y San Martín. No obstante, el
antisemitismo de la jefatura impide su crecimiento político y poco a poco
termina convirtiéndose en un grupo de choque.
El recuerdo de "nuestro primer peronista"
El 20 de diciembre de 1967, desde Madrid, Juan Domingo Perón le escribe a Trento
Passaponti:
"Querido compañero:
"He recibido y le agradezco el envío de su libro La Chacra del Mangrullo, como
las generosas palabras de su dedicatoria. No sabe usted el placer que he tenido
al leerlo porque yo he nacido en la estancia de mi padre en Lobos y he crecido
después en otra estancia en la Patagonia, de manera que todo cuanto usted
menciona me es casi familiar. Muchas gracias por el buen rato que me ha
proporcionado con tantos recuerdos.
"Su amabilidad me ha traído el recuerdo de su hijo Darwin Passaponti, nuestro
primer peronista, muerto el 17 de octubre de 1945 frente a Crítica y desde aquí
me uní al homenaje que el Peronismo en su tumba rindió con motivo del
aniversario de su fallecimiento y que en esta ocasión rememoro con emoción.
"Le ruego acepte, con mi saludo más afectuoso, mi agradecimiento por todo.
"Un gran abrazo (6).
Francisco Pestanha escribe que Eva Duarte, Darwin Passaponti y otros
representantes de los sectores político, sindical y militar "aportaron a los
acontecimientos del 17 [de octubre] la cuota de empeño y bravura que todo hito
de esas características presupone, quedando la estulticia y la necedad, para
todos los integrantes de aquella tristemente recordada 'coincidencia' entre la
embajada estadounidense, los liberales, los comunistas, los socialistas, los
conservadores, los radicales, los ultracatólicos, ciertos nacionalistas
reaccionarios, los terratenientes y gran parte de los empresarios e
industriales" (7).
El abogado Mariano Ciafardini, licenciado en Criminología y ex director Nacional
de Política Criminal del Ministerio de Justicia, posiblemente sea un actual
representante de esa variopinta "coincidencia de estulticia y necedad"
mencionada por Pestanha. Cuatro años atrás, Ciafardini definió a los peronistas
como "masa que podía estar dispuesta, al menos en parte, a salir a manifestar, a
pintar paredes, incluso a enfrentarse con piedras y palos con la policía por el
regreso de Perón; pero que ni por asomo estaba todavía decidida a luchar (arma
en mano si fuera necesario) por el socialismo en el sentido en el que Marx lo
entendía" (8).
Y a continuación, una auténtica perla que aporta un eslabón más a esa historia
"no oficial" que se mencionó al principio de este artículo. El entonces Síndico
General de la Nación, Rafael Bielsa, arremetió contra el criminólogo Ciafardini
con ímpetu setentista y reivindicó a Darwin Passaponti.
El hombre que en 2003 se iba a convertir en el canciller del gobierno de Néstor
Kirchner, recuerda la interpretación del 17 de octubre de 1945 que en su momento
hizo el diario Orientación mediante una caricatura en la portada: un individuo
con antifaz y gorra a cuadros (que se suponía era el general Perón) y una
corista de pollera con tajo y medias caladas (que representaba a Evita). Los dos
están subidos sobre la caja de un camión lleno de delincuentes. Sostienen una
caña de pescar en cuyo anzuelo hay una salchicha que le introducen en la boca a
un obrero (el "cabecita negra") con los ojos vendados. "Pero si ésa era la
historia que escribían los que creían que iban a ganar, eso quería decir que
había otra historia", razona Bielsa.
El abogado rosarino destaca que hoy nadie "osaría hablar del movimiento
justicialista con semejante desdén e irrespeto, el único movimiento cuya lista
de mártires del 55 en adelante es interminable". Y concluye: "Una demasía que el
autor comete […] es negar a Darwin Passaponti, el único muerto del 17 de octubre
supliciado por un grupo comunista frente al diario Crítica" (9).
Joven e idealista, ajeno a las miserias de la política y a los vaivenes de los
polìticos, Darwin Passaponti dejó escrito un poema que, a 60 años de su muerte,
es inevitable ver como una precoz premoción y un perfecto epitafio:
Quise cruzar la vida
con la luz del rayo
que el espacio alumbra,
seguro de no vivir más que un instante,
seguro de no morir debilitado.
Así como el rayo,
corto, breve y soberano.
Notas:
(1) Tacuara, historia de la primera guerrilla urbana argentina, Vergara-Grupo Z,
Buenos Aires, mayo de 2003, pág. 21.
(2) "La era de las redes", Diorama Letterario Nº 208, Italia, noviembre de 1997.
(3) Abós, Álvaro, El Tábano (Vida, pasión y muerte de Natalio Botana el creador
de Crítica), Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2001.
(4) Julio Rimondi, "Darwin Passaponti, primer mártir del peronismo", en
http://pampadigital.org/
(5) Idem.
(6) Enrique Pavón Pereyra (compilador), Correspondencia, tomo III, editorial
Corregidor, abril de 1985, pág. 95. Citado por Julio Rimondi.
(7) "Entre cauces y catacumbas - Una mirada sobre el 17 de octubre de 1945",
http://www.pensamientonacional.com.ar/, 11 de octubre de 2004.
(8) "Masas y teoría revolucionaria", Página 12, 4 de febrero de 2001.
(9) "Teoría del cadáver de la Nación", Página 12, fotocopia sin fecha.
Un volante estudiantil del 9 de octubre ya anticipaba el tono controvertido:
"Rechazado por todas las fuerzas sociales y políticas y por la prensa que él
amordazó, el coronel fascista ha debido resignar sus cargos... Bajo la presión
del pueblo, el fascismo busca una válvula de escape y se desprende de uno de sus
hombres".
Pero lo mejor se publicaría recién después de la jornada del 17. Crítica se
lamentaría de que "las muchedumbres agraviaron el buen gusto y la estética de la
ciudad, afeada por su presencia en nuestras calles. El pueblo las observaba
pasar, un poco sorprendido al principio, pero luego con glacial indiferencia".
El Mundo informaría que "recurriendo a toda clase de métodos de coerción y
contando con una inexplicable pasividad por parte de la policía, que se negó a
intervenir en los casos en que se solicitó su protección, elementos adictos al
ex vicepresidente intentaron poner en práctica un plan de perturbación del orden
tendiente a impedir la normalización institucional del país. No obstante, la
anunciada huelga ha hallado escaso eco entre los trabajadores". Por su parte La
Nación se alarmaba preocupada porque: "...en la calle fue frecuente la escena de
corridas a personas, las cuales eran cercadas y golpeadas. Muchos domicilios
familiares no escaparon a la agresión". Como se ve, la desinformación aviesa de
los medios de comunicación no es ninguna novedad de la actualidad.
Y la incomprensión histórica de los claustros universitarios y de la izquierda
tradicional tampoco. El Comité de Coordinación de Facultad de Ciencias Exactas
convocaba así: "Ciudadanos: Buenos Aires ha sido invadida por hordas bárbaras
que, al amparo policial, han cometido toda clase de desmanes y atropellos. Ocupe
su puesto en la lucha contra la dictadura".
El órgano oficial del Partido Comunista Argentino interpretaba, ya el 24 de
octubre, con suficiente tiempo como para analizar en frío: "También se ha visto
otro espectáculo, el de las hordas de desclasados haciendo de vanguardia del
presunto orden peronista. Los pequeños clanes con aspecto de murga que
recorrieron la cuidad, no representan ninguna clase de la sociedad argentina.
Era el malevaje reclutado por la policía y los funcionarios de la Secretaría de
Trabajo y Previsión para amedrentar a la población". Claro, ya el día 21 de
octubre el PC había publicado un Manifiesto: "El malón peronista con protección
oficial y asesoramiento policial que azotó el país, ha provocado rápidamente,
por su gravedad, la exteriorización del repudio popular de todos los sectores de
la República y millones de protestas. Hoy la nación en su conjunto tiene clara
conciencia del peligro que entraña el peronismo y de la urgencia de ponerle
fin... En primer orden, nuestros camaradas deben organizar y organizarse para la
lucha contra el peronismo hasta su aniquilamiento: Perón es el enemigo número
uno del pueblo argentino".
El órgano oficial del Partido Socialista, La Vanguardia, tampoco se quedaba
atrás, y explicaba que aquellos no podían ser auténticos proletarios: "Los
obreros, tal como siempre se ha definido a nuestros hombres de trabajo, aquellos
que desde hace años han sostenido y sostienen sus organizaciones gremiales y sus
luchas contra el capital, los que sienten la dignidad de las funciones que
cumplen y, a tono con ellas, en sus distintas ideologías, como ciudadanos
trabajan por el mejoramiento de las condiciones sociales y políticas del país,
no estaban allí. Esta es una verdad incuestionable y pública que no puede ser
desmentida: si cesaron en su trabajo el día miércoles y jueves no fue por
autodeterminación, sino por imposición de los núcleos anteriores, amparados y
estimulados por la policía". Por ello es inconcebible que esa clase obrera diera
el espectáculo de "una horda, de una mascarada, de una balumba, que a veces
degeneraba en murga". Y termina preguntándose: "¿Qué obrero argentino actúa en
una manifestación en demanda de sus derechos como lo haría en un desfile de
carnaval?". Frente a esta pregunta retórica la respuesta es simple: no se trata
de genuinos trabajadores, sino de elementos marginales, de "lumpen".
En las primeras horas del miércoles 17 de octubre de 1945 el coronel Juan
Domingo Perón era trasladado al Hospital Militar desde su prisión de la isla
Martín García. Mientras, un pujante palpitar sacudió las entrañas de Buenos
Aires y de sus barriadas más humildes: el palpitar de la esperanza popular
desatada y actualizada. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe, el
cimiento básico de la nación asomó, organizado sin organizador: como en
Fuenteovejuna, nadie y todos lo hicieron. Fue el estallido del substrato de
nuestra idiosincrasia y de nuestra identidad colectivas. Fue verdaderamente "el
subsuelo de la patria sublevado", como lo definiera de forma magistral Raúl
Scalabrini Ortiz.
Perón vislumbró bajo el caos de la situación esencial la anatomía secreta del
instante, el perfil de la realidad sustantiva en un momento de confusión
pavorosa. Captó los acontecimientos en su forma más profunda y pudo saludarlos,
no obstante su peligrosidad, descubriendo la fuente ígnea de un sentimiento
vital nuevo. Y selló así con el pueblo, a la noche de aquella misma jornada
gloriosa, una nueva alianza histórica, política y profética que duró inalterable
hasta su muerte. Entonces el 17 de octubre de 1945 se convirtió en una verdadera
redención histórica, redención nacional y popular que inauguró unos de los
períodos más luminosos de la patria.
Cincuenta y ocho años después de aquella fenomenal gesta popular, cuando quedan
pocos testigos en pie, el 17 de octubre sigue conmoviendo al alma peronista.
Como el rumor del mar que se conserva en los caracoles arrojados por las olas a
las playas, los sonidos misteriosos de aquella milagrosa redención nos vuelven a
penetrar y a conmover año a año.
Eva Perón, en La razón de mi vida, explicaba su decisión: "El país estaba solo.
Marchaba a la deriva sin conducción y sin rumbo. Todo había sido entregado al
extranjero. El pueblo sin justicia, oprimido y negado. Países extraños y fuerzas
internacionales lo sometían a un dominio que no era muy distinto a la opresión
colonial. [...] Me di cuenta de que todo eso podía remediarse. Poco a poco
advertí que yo era quien podía remediarlo. En ese momento, el problema de mi
país pasó a ser un problema de mi conciencia. Lo resolví decidiéndome por la
Revolución".
Y así lo resolvieron también millones con ella, en el pujante palpitar de una
nueva esperanza histórica que entonces se desató y actualizó con una fuerza
inusitada.
Nunca olvidaré aquél 17 de Octubre. Tras la ovación que siguió a mis palabras,
la gente repetía con insistencia: ¿Dónde estuvo, donde estuvo?. Y acostumbrado a
dialogar con el pueblo respondí: estuve en un lugar adonde volvería muchas veces
con tal de ayudarles a ustedes.
Así cuenta ese momento el Teniente General Juan Domingo Perón en sus memorias y
es una de las anécdotas más ocurrentes porque cuando llega al balcón, en la
noche de ese día histórico no sabía qué decir... Curiosa confesión...
Culminaba así una gesta, una epopeya que daba inicio a un movimiento popular que
configuraba un Líder, un Conductor. Ése a quien miles y miles de argentinos
siguieron y siguen y con cuyo nombre e ideología otros pocos trataron y tratan
de aprovechar para hacer negocios, coimeando, ejerciendo la corrupción.
Diciéndose Justicialistas.
LOS DÍAS PREVIOS
Las
disputas de los militares del gobierno del General Edelmiro J.Farrell con los
más representativos vecinos de²la parte sana y principal del vecindario de
Buenos Aires² eran cada vez más violentas.
Los logros de Perón en beneficio de la gente humilde, desde la Secretaría de
Previsión y luego la Vicepresidencia había puesto nerviosos a los oligarcas de
entonces. Y vinieron los planteos.
El 12 de octubre Perón se había ido con Evita a la isla Martín García para
descansar unos días pero a la madrugada del día siguiente el Jefe de Policía,
Coronel Mittelbach, llega a la isla para comunicarle en nombre del Presidente
Farrell que debe constituirse detenido en un barco de guerra.
La conspiración democrática seguía adelante.
Evita lo acompañaba y según cuenta Perón no era conocida y por lo tanto no fue
molestada. Los empleados del Correo y algunos marinos de la cañonera estaban con
él, le aseguraban. De vuelta en Buenos Aires, la esposa del coronel comenzó a
desarrollar una dura tarea. Iba perfilándose Evita. Se entrevistó con los
líderes gremiales que apoyaban a Perón, ó con los obreros en los bares ó en sus
casas. Siempre junto a Perón y su causa. En tanto, cuidaba la casa de la calle
Posadas donde ambos vivieron su historia de amor.
Perón estuvo ocho días en Martín García y se enteró por radio de lo que pasaba.
El pueblo comenzó a movilizarse, la violencia mostraba su cara, con tranvías
volcados y autos incendiados.
La gente comenzó a llegar desde todos lados, en camiones, a pie, cruzando el
Riachuelo en bote porque la policía había levantado los puentes.
Hasta que los hechos empujaron a los militares a buscarlo para que calmara al
pueblo. Les ha pasado esto porque todos ustedes son unos bárbaros. El pueblo se
ha echado a la calle porque ustedes han querido voltearme. ¿ Y que han
conseguido? ¡ Sublevar al país!
Y en la noche del 17 de Octubre, el Coronel Juan Domingo Perón salía al
balcón... La multitud, el pueblo bramaba... Comenzaba otra historia. Una epopeya
como pocas en el mundo...
NUNCA HABRÁ OTRO 17 DE OCTUBRE
Juan Adolfo Flury es un vivaz y memorioso militante de 81 años que vive desde
hace 48 años en Ciudad Evita, donde conduce desde 1953, la Unidad Básica ²Evita
Eterna², y participó del 17 en la Plaza de Mayo. Así lo contó:
³ En 1945 yo ya trabajaba políticamente en los cuadros denominados²Soldados de
Perón² que tenían la misión específica de mantener las pintadas en todos los
barrios de Capital Federal.
Estos trabajos se hacían de noche y los había creado el Coronel Domingo
Mercante. Comenzamos en 1943 y para el 45 ya éramos una masa concientizada. Yo
viví el 17 de Octubre como uno más, porque era muy grande la alegría y la
afluencia de gente. La mañana de ese día nos juntamos todos los muchachos del
grupo y comenzamos a avisar a todos los obreros que había que salir. Yo
trabajaba en la firma Bonafide como encargado de control de calidad y no quedó
nadie en la fábrica. Recuerdo que después me echaron de ahí por hacer cumplir
las leyes laborales.²
--¿Se pasaron todo el día en la Plaza de Mayo?
-- Sí, nadie se movió de su lugar. Los bolicheros de los alrededores no daban
algún sanguchito y agua para aguantar. De alguna forma fue una fiesta, nunca vi
algo así. No había ninguna información oficial, pero cuando a la noche se corrió
la voz de que venía el General, la gente saltaba, cantaba, lloraba. Cuando
recuerdo esos años.. se vivía tranquilo y con respeto. Para mí, nunca habrá otro
17 de Octubre...
--¿ Por qué cree usted que se genera el 17 de Octubre?
--Este cambio se dio porque el estado de la gente era tremendo, había mucha
pobreza, mucha pasividad. El obrero soportaba toda con estoicidad, se aguantaba
horas y horas parado frente a un cartel que pedía 2 obreros pero recién al otro
día. Era tanta la pobreza, que la que hay ahora ya no me asusta. Eso fue
generando una conciencia que está muy bien expresada en la Doctrina Peronista,
ésa que muchos peronistas olvidaron y otros ni la conocen. Hoy eso de que²para
un peronista no hay nada mejor que otro peronista² ya no existe más. Hoy si
usted dice que es peronista le preguntan primero de qué Línea es... a quien
responde...
LOS RECUERDOS DE PERON Y EVITA
¿ Usted vió a Perón antes y después del 17, Flury?
--Sí, antes del 17 dos veces porque, como le dije, formábamos el grupo²Soldados
de Perón², pero luego comencé a trabajar en la Subsecretaría de Informaciones de
la Presidencia de la Nación con excelentes periodistas como Enrique Portugal,
José Ramón Luna, Gastón Talamón y los hermanos Sojit, entre otros. Como yo era
un hombre de confianza a menudo llevaba mensajes directamente al General. Para
mí era muy fácil verlo, pero siempre me emocionaba y casi ni podía hablar. Era
un tipo que se sonreía y lo cautivaba a uno.
Después vino Evita, entonces Perón pasó a un plano superior, al de las grandes
realizaciones del país, y ella quedó en el aspecto social. Era una mujer
absorbente que no aceptaba errores y que exigía el cumplimiento al momento de
los pedidos de los pobres. ¡Y guay que alguno despreciara a su gente! Una vez
fui a Tucumán con ella en el tren que paró fuera de la estación.
La gente quería verla, tocarla, darle cosas... Una viejita no podía pasar entre
la gente con un plato para ella, tapado con un repasador. Evita la vió y la
llamó, así la viejita pudo entregarle unas empanadas que le había hecho. Uno de
la comitiva dijo²: ¿Tanto lío esta vieja por unas empanadas? Evita lo escuchó y
lo mandó bajarse del tren y volver a Buenos Aires, despedido.
Ése era el respeto que ella tenía por la pobreza. Se desesperaba cuando no podía
hacer algo por un chico desnudo, trabajaba muchas horas y no comía normalmente.
Comía y trabajaba al mismo tiempo.
Un día Evita me preguntó: ³¿Qué necesita Flury?².²Una casa señora², le dije,
porque vivía en una piecita con cocina con mi esposa en Flores. Así vine en el
´52 a la sección 1°, Circunscripción 1°. De esta hermosa Ciudad Evita que es un
ejemplo de obra los obreros y nunca se terminó y además, está abandonada.
ESTABA EMBARAZADA PERO IGUAL FUI
A Perón lo habían llevado preso a Martín García y había orden de que no se diera
ninguna noticia al pueblo, pero nos enteramos por Radio Colonia dónde estaba. Mi
marido me avisó que se iba a la Plaza de Mayo y me dijo que me quedara porque
estaba embarazada de cinco meses.
Nosotros vivíamos en la calle Esmeralda al 600 y me metí en una caravana donde
iban hombres y mujeres mezclados. Unos muchachos me hicieron como una cadena
cuando me vieron para que nadie me empujara ó golpeara. Llegamos a la Plaza y
nos quedamos a la altura de la Catedral, después me ubiqué más en el centro de
la Plaza, solita, sin saber dónde estaba mi marido.
La gente estaba enardecida pero sin provocar ningún desmán. Empezaron a correr
rumores de que ya lo traían y salió al balcón el General Farrell diciendo que
Perón estaba viniendo... ³
Así contaba su testimonio la Sra. Juana Álvarez de Pérez, una simpática tucumana
de 80 años que vive en Ciudad Evita desde 1952.
Nadie le creía al Coronel Farrell, sólo queríamos verlo vivo a Perón. Así
pasaron las horas y después de las 8 de la noche se asomó por una ventana y nos
gritó² Hola, compañeros!!. Ahí fue un sólo grito y una ovación. Perón sí, otro
no, gritaban.
Después, habló Farrell y otra persona que no recuerdo quién era, y al final,
Perón!! Cantamos el Himno y así la gente fue calmándose.
Bueno, ahora vayan tranquilos para sus casas, nos pedía el general. Entonces
todos gritaban: Mañana San Perón!!. Y así fue...
El regreso se me hizo difícil, porque era tanta la gente que había llegado de
todas partes, que recién llegué a las cinco de la mañana a mi casa.
Si tuviera una fórmula para los días presentes, sería uno de los individuos más
codiciados del mundo. Pero se tratará aquí de ubicarnos en una coyuntura y
verificar cómo se construyó, en ella, poder. Cómo lo construyó quien por fin se
quedó con él. Con esa bestia codiciada que se construye, se atrapa y se
defiende.
Si –como tradicionalmente se hace– señalamos al poder como la finalidad de la
política, elegiremos una situación nacional estructurada y trataremos de ver
quién se equivocó, quién no, y quién por fin se quedó con la parte del león. La
coyuntura es una de las más ricas. El ’45. Se sabe que el ganador de esa
contienda fue Perón. Aquí no se trata de ver una competencia entre buenos y
malos. Esto significa dejar de lado la vieja antinomia (siempre recreada por la
estrechez intelectual de quienes se mueven con los ojos en la nuca)
peronismo-antiperonismo y buscar una mirada acaso técnica que indague los
secretos internos de política. Por último: analizar la creación de poder en el
’45 deberá entregarnos el conocimiento de cómo crear hoy poder. Qué diferencias
hay con esa encrucijada y qué semejanzas. Como punto de partida analizaremos las
características centrales que definieron a los sujetos políticos de la
encrucijada. Señalar sus características nos llevará a ver en qué acertaron y en
qué –internamente– estaban destinados a fracasar por no poder ver hechos que
–para la creación de poder– eran sustanciales.
La izquierda miraba hacia afuera. Es decir, hacia la guerra llamada mundial.
Creer que la guerra era mundial llevaba a la izquierda (representada por el
Partido Comunista) a sostener un apoyo y una obediencia de militantes fieles a
las directivas de Moscú. El estalinismo la constituía. Y pensaba, de buena fe,
que así debía ser. En Europa se impulsaba una lucha contra el fascismo y la
Unión Soviética era líder en ella. Esto se había manifestado desde la entrada de
la URSS en la contienda. Había que ganar esa guerra, que era mundial, era de
todos, y el país que conducía Stalin se desangraba en batallas gloriosas contra
las hordas nazis. El nazismo, a su vez, tenía sus garras hundidas en la
Argentina. Eran los militares del golpe del ’43 y más tarde el heredero de ese
golpe: ese coronel Perón, sonriente y manipulador. ¿Cuál era la centralidad de
esta política? La centralidad estaba afuera, no en el país. Pensar que la
guerra, por ser mundial, desplazaba el eje problemático del país fuera de él era
una convicción de los comunistas de esa hora. Todo por la gloriosa lucha de la
Unión Soviética contra el nazismo, ésta era su convicción. Y si miraban adentro
era para detectar quiénes eran los nacional-socialistas autóctonos.
La oligarquía era el grupo tradicional de la política argentina. Siempre cerrado
sobre sí, siempre temiendo que le roben el país. "Los argentinos somos cada vez
menos. Cerremos el círculo y velemos sobre él", había dicho Miguel Cané en
conocido texto. Antes del golpe del ’43 tenían listo al hombre que deseaban
fuera presidente. Su candidatura se había decidido en la Cámara de Comercio
Británica y su nombre era paradigmático: Robustiano Patrón Costas. Hacendado del
interior del país era –como lo señala su nombre– 1) robusto, es decir, fuerte,
2) Patrón y, por último, 3) Costasseñalaba los costos de producción primaria,
algo que el hombre debía saber reducir para que los negocios (su margen de
ganancia) crecieran como el trigo de la pampa. Como sea, que se llamara Patrón
lo decidía todo.
Eran
los aliadófilos. Los campeones de la democracia. Veían así la cuestión: las
democracias occidentales guerreaban en Europa contra el totalitarismo
nazifascista. Cuando cae París realizan un acto en la Plaza San Martín. Uno de
ellos, brillante escritor, dice: "Por primera vez sentí que una emoción
colectiva no era indigna". Era Borges. Luego lanzaría otras frases. Sería
condecorado por Pinochet y diría: "Me honra esta condecoración porque Chile
tiene la forma de una espada". Sugiero mirar a Borges como nuestro Heidegger.
Genial, pero fatalmente equivocado. Es sólo una sugerencia.
Los militares del ’43 dan el golpe en junio de ese año. ¿Cuál es su horizonte?
¿Qué ven? Sueñan con la industria pesada. La siderurgia, los altos hornos.
Simpatizan con Alemania. Se han formado al calor de los textos de sus grandes
ideólogos militares: Clausewitz, Colmar von der Goltz. La industria pesada no
necesita muchos trabajadores. Con pocos y especializados se puede llevar
adelante. Se agrupan en el GOU: Grupo de Oficiales Unidos o ¡Gobierno! ¡Orden¡
¡Unidad!
El coronel Perón forma parte del GOU. Pero se va abriendo porque ve algo que los
demás no ven. Por haberlo visto se adueña, primero, de la Secretaría de Trabajo
y, luego, del ministerio.
Fruto del proceso de sustitución de importaciones que se venía realizando desde
la década del treinta, los migrantes internos llegan a la Capital Federal. La
Capital no está preparada para recibirlos a todos. Se crean las primeras villas
miseria. Son la negritud. El pelo abundante y negro. La cara del mestizaje. La
soledad y el deseo de tener un lugar en la gran urbe. Se les dice "cabecitas
negras".
Eran (y aquí está la base del éxito del triunfador de esta coyuntura) lo nuevo.
Estos migrantes eran lo único que antes no existía. Todo estaba menos ellos.
Eran una materialidad no cubierta por ninguna fuerza política.
Quien los ve –como base de sustentación de una política– es ese coronel del GOU,
Perón. Es paradigmático su triunfo sobre José Peter, dirigente del gremio de la
carne. Hay huelga de los obreros de ese sindicato. Peter les pide levantarla: se
necesita carne en Europa para los ejércitos de la democracia. Perón les autoriza
la huelga. Y se los gana. Neutralista como lo fueron los hombres de Forja ("los
argentinos queremos morir aquí", se acerca a los migrantes y se constituye en su
líder político. En suma, el único que vio lo nuevo en esa coyuntura fue Perón.
Lo nuevo era la base real para crear poder. El lo tuvo porque él la convocó.
¿Cómo crear hoy poder? Los poderes están creados y no hay sujeto nuevo. No lo
hay porque todos lo son. Acaso el único sujeto nuevo sea aquel que no tienda
hacia la destrucción, la catástrofe. Porque la multipolaridad reinante es
negativa. La peste aviaria era lo único que faltaba para completar el cartón
apocalíptico de este presente. La peste (sida, pandemia aviaria). La guerra
(Irak). El hambre (11 millones de niños mueren por año). La muerte
(omnipresente). Los cuatro jinetes del Apocalipsis galopan a lo largo y ancho
del planeta. En cuanto a nosotros: ¿hay sujeto nuevo? ¿Alguien juega el papel
que jugó Perón en su exitosa tarea del ’45? ¿Cómo apartarnos de la negatividad
multipolar? Bush es el imperio dislocado, bélico y prepotente. El terrorismo
sólo sabe destruir y no crear. Son las opciones extremas. Tal vez América latina
pueda aportar lo nuevo. Una nueva alternativa, una nueva racionalidad, una
negación del Apocalipsis. Esa opción se juega hoy en la Cumbre en que Bush, a
los golpes, brutalmente, busca meter el ALCA y destrozar el Mercosur, que, para
nosotros, es una cara de lo nuevo. Ya que lo nuevo, la fuente de nuestro poder
es, para nosotros, latinoamericanos, la unidad.
Perón escribió a Evita desde Martín García:
"El tiempo me dará la razón"
"Tesoro mío. Tené calma, y
aprendé a esperar. Esto terminará y la vida será nuestra. Con lo que yo he hecho
estoy justificado ante la historia, y sé que el tiempo me dará la razón".
"Empezaré a escribir un libro sobre esto (...) veremos entonces quién tiene
razón. El mal de este tiempo y especialmente de este país, son los brutos, y tú
sabes que es peor ser bruto, que ser malo".
"Mis últimas palabras de esta carta quiero que sean para recomendarte calma y
tranquilidad. Muchos, pero muchos besos y recuerdos para mi chinita querida".
El GOU no era otra de las comunes cofradías militares argentinas. Formados en la
oscuridad y el ostracismo de los cuarteles, durante la Segunda Guerra Mundial,
hacia principios de 1943 emergieron de los regimientos convencidos de que el
conflicto iba a reordenar los mapas del mundo. Algunos historiadores les asignan
una inspiración nazi, basados en el apoyo mutuo entre el Gobierno argentino y el
régimen alemán. Sin embargo, el fundamento militarista argentino que había visto
la luz en el GOU tenía más bien una relación con el fascismo italiano, tal vez
por la vieja relación cultural entre Italia y Argentina, sin grandes propuestas
filosóficas o de reordenamiento social, sino aspiraciones de carácter político y
militar.
En la declaración de principios del GOU, su "Manifiesto", se lee -entre una
plegaria de alabanzas a la Argentina- que la guerra mundial en curso iba a
establecer un nuevo orden de poderes y bloques, con Alemania en el control de
Europa y Estados Unidos en América. Sudamérica necesitaba una nación monitora
para este nuevo orden, y sólo Argentina y Brasil podían disputarlo, por lo que
era imperioso garantizárselo a la Argentina a la brevedad posible. Decía dicha
proclama:
"...Camaradas:
La guerra ha demostrado palmariamente que las naciones no pueden ya, defenderse
solas. De ahí el juego inseguro de las alianzas, que mitigan, pero no corrigen
el grave mal. La era de la Nación va siendo substituida paulatinamente por la
era del Continente. Ayer los feudos se unieron para formar la nación. Hoy, las
naciones se unen para formar el Continente. Esa es la finalidad de esta guerra.
Alemania realiza un esfuerzo titánico para unificar el continente europeo. La
nación mayor y mejor equipada deberá regir los destinos del continente. En
Europa será Alemania.
En América del Norte la nación monitora por un tiempo será Estados Unidos.
Pero en el sur no hay nación lo suficientemente fuerte para que sin discusión se
admita su tutoría. Sólo hay dos que podrían tomarlas: Argentina y Brasil.
Nuestra misión es hacer posible e indiscutible nuestra tutoría.
La tarea es inmensa y llena de sacrificios. Pero no se hace patria sin
sacrificarlo todo. Los titanes de nuestra independencia sacrificaron bienes y
vida. En nuestro tiempo, Alemania ha dado a la vida un sentido heroico. Esos
serán nuestros ejemplos.
Para realizar el paso que los llevará A UNA ARGENTINA GRANDE Y PODEROSA, DEBEMOS
APODERARNOS DEL PODER. Jamás un civil comprenderá la grandeza de nuestro ideal,
habrá pues, que ELIMINARLOS DEL GOBIERNO Y DARLES LA ÚNICA MISIÓN QUE LES
CORRESPONDE: TRABAJO Y OBEDIENCIA".
Conquistado el poder, nuestra misión será ser fuertes: MÁS FUERTES QUE TODOS LOS
OTROS PAÍSES REUNIDOS. Habrá que armarse, ARMARSE SIEMPRE, venciendo
dificultades contra las circunstancias interiores y exteriores. La lucha de
Hitler en la paz y en la guerra nos servirá de guía. Tenemos ya al Paraguay;
TENDREMOS A BOLIVIA Y CHILE. Con la Argentina, Paraguay, Bolivia y Chile nos
será fácil presionar al Uruguay. Luego, las cinco naciones unidas atraerán al
Brasil, fácilmente, debido a su forma de gobierno y a grandes núcleos de
alemanes. Entregado el Brasil el continente sudamericano será nuestro. NUESTRA
TUTORÍA SERÁ UN HECHO, un hecho grandioso, sin precedentes, realizado por el
genio político y el heroísmo del Ejército argentino.
¿Mirajes? ¿Utopías? Se dirá. Sin embargo, dirigimos de nuevo nuestras miradas
hacia Alemania. Vencida se le ve firmar en 1919 el Tratado de Versailles que la
mantendría bajo el yugo aliado en calidad de potencia de segundo orden por lo
menos cincuenta años. En menos de veinte años recorrió fantástico camino. Antes
de 1939, estaba armada como ninguna otra nación y en plena paz había anexado a
Austria y a Checoslovaquia. Luego en la guerra se plegó a su voluntad la Europa
entera. Pero no fue sin duros sacrificios. Fue necesaria una dictadura férrea
para imponer al pueblo los renunciamientos necesarios al formidable programa.
Así será en Argentina.
Nuestro Gobierno será una dictadura inflexible aunque al comienzo hará
concesiones necesarias para afianzarse sólidamente. Al pueblo se lo atraerá,
pero FATALMENTE TENDRÁ QUE TRABAJAR, PRIVARSE Y OBEDECER. Trabajar más, privarse
más que cualquier otro pueblo. Sólo así podrá llevar a cabo EL PROGRAMA DE
ARMAMENTO INDISPENSABLE PARA LA CONQUISTA DEL CONTINENTE. El ejemplo de
Alemania: por la radio, y por la educación se inculcará al pueblo el espíritu
favorable para emprender el camino heroico que se le hará recorrer. Sólo así
llegará a renunciar a la vida cómoda que ahora lleva. Nuestra generación será
una generación sacrificada en aras de un bien más alto: LA PATRIA ARGENTINA, QUE
MÁS TARDE BRILLARÁ CON LUZ INIGUALABLE EN BIEN DEL CONTINENTE Y DE LA HUMANIDAD
ENTERA.
¡Viva la Patria! ¡Arriba los corazones!"
Leonardo Favio - Sinfonía del
sentimiento (versión abreviada de 2 horas y 16 minutos)